Álvarez hizo estos planteamientos durante un encuentro informativo organizado por UGT, en el que indicó que todavía no existe fecha para la reunión que dé el pistoletazo de salida a la negociación que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunció este jueves, sobre la reforma del subsidio de desempleo.

El decreto con esta reforma fue tumbado ayer por los cinco diputados de Podemos, que se sumaron al PP y Vox en su voto en contra al texto. Tras este rechazo, Díaz avanzó que convocará de forma “inmediata” a los agentes sociales, una vez que este viernes se cierre la mesa de diálogo social para subir el SMI este año.

Álvarez explicó que la negociación está “en el punto de partida”, dado que el decreto que este miércoles se votó en el Parlamento no fue consensuado con los sindicatos, que sí pudieron hacer propuestas, pero no hubo un proceso de negociación.

“había un frontón cuando negociamos la reforma”, indicó el líder de UGT, quien pidió que el Gobierno clarifique “cuáles son los nuevos elementos” que habrá sobre la mesa y así conocer si “solo son retoques” o si “es fondo”.

Además, aseguró que la negociación tampoco se puede “eternizar” porque se haría “un flaco favor” a los desempleados en España, aunque aclaró que “todo es complejo cuando se trata de dar rentas” a quienes están en situación de dificultad.

Preguntado por la cuestión que Podemos alegó para acusar a Yolanda Díaz de recortar las pensiones futuras de los mayores de 52 años, Álvarez explicó que la sobrecotización iba a pasar progresivamente del 125% al 100% de forma progresiva y lo atribuyó a los aumentos que está experimentando el SMI en los últimos ejercicios.

Dicho esto, el secretario general de UGT abrió la puerta a apoyar que se mantenga esa sobrecotización del Estado y que, para que no haya quienes dicen que sería un desincentivo para regresar al mundo laboral, se podría extender a quienes también trabajan.

La propuesta de UGT pasaría por que quienes trabajen a tiempo completo tengan asegurada una cotización del 125% de la base mínima, algo que, según Álvarez, afectaría a pocas personas, ya que la mayoría de quienes tienen trabajo y no proceden del desempleo con más de 52 años tienen salarios superiores y cotizan por encima de ese umbral. “Me parece una reflexión muy oportuna”, arguyó Álvarez.

Asimismo, pidió que se sustituya el Iprem por otro indicador más objetivo que no se actualice dependiendo del “humor” del ministro de Hacienda de turno. Se trata del indicador de referencia en la actualidad para medir la renta de quienes tienen derecho o no a determinadas ayudas sociales.

El Iprem se creó hace dos décadas para desgajar el acceso a estas ayudas del salario mínimo interprofesional (SMI). Este último, como ha explicado Álvarez, se ha casi duplicado en 20 años, mientras que el Iprem ha avanzado solo en unos 120 euros al mes, de tal manera que el SMI supera los 15.000 euros al año y el Iprem está por debajo de los 9.000.