Así lo precisó este martes la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) en un comunicado emitido coincidiendo con la conmemoración, este jueves, del Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), en el que subrayó que, a partir de la evidencia científica existente, las personas con TDAH, un trastorno crónico del neurodesarrollo que se estima que afecta a entre el 4% y el 10% de la población, “deben ser un objetivo prioritario en las acciones y políticas de prevención de adicciones”.

A este respecto, el psiquiatra, director médico de la Clínica López Ibor de Madrid y miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), Ignacio Basurte, afirmó que, aunque el TDAH “se suele asociar con la infancia”, alrededor del 65% de los niños con TDAH continúan experimentando síntomas en la adultez, si bien “solo el 10% de los adultos con TDAH reciben tratamiento”, lo que, a su juicio, “resalta la necesidad de una mayor conciencia y comprensión del impacto del TDAH en la vida adulta”.

Este aspecto, según Basurte, es “fundamental”, ya que varios rasgos característicos del TDAH, como la impulsividad, la búsqueda de estimulación, la autorregulación deficiente y los problemas de atención y motivación, incrementan el riesgo de que estas personas desarrollen conductas adictivas.

En este sentido, subrayó que la impulsividad “puede llevar a decisiones rápidas y poco meditadas, incluyendo el uso de sustancias”, mientras la búsqueda de estimulación “intensa” puede traducirse en “una mayor propensión a involucrarse en comportamientos adictivos para satisfacer esa necesidad”. “Además, la autorregulación deficiente y los problemas de atención y motivación pueden aumentar la vulnerabilidad a buscar gratificación inmediata a través del consumo de sustancias”, añadió el experto, que ve “importante” abordar estas características del TDAH con intervenciones y apoyo “adecuados” para reducir el riesgo de conductas adictivas.

En este punto, la SEPD aseveró que los estudios indican que los adultos con TDAH tienen un riesgo “tres veces mayor de desarrollar un trastorno por uso de sustancias en comparación con los adultos neurotípicos” y que “hasta el 15% de las personas con TDAH pueden desarrollar trastorno por juego”, una cifra que consideró “significativamente más alta que la observada en la población general”.

En este contexto, su portavoz defendió que el tratamiento “temprano”, la educación sobre los “riesgos asociados” y la promoción de “habilidades de autorregulación y manejo” del TDAH “pueden ayudar a reducir la probabilidad de que las personas con TDAH se involucren en comportamientos adictivos”.

En la misma línea, se mostró convencido de que el diagnóstico precoz del TDAH permite “intervenir y brindar el apoyo adecuado” en etapas tempranas de la vida, lo cual, para esta sociedad científica, “puede tener un impacto significativo en la prevención”.

“Abordar el TDAH de manera temprana permite implementar intervenciones y tratamientos adecuados que pueden ayudar a mejorar las habilidades de atención, concentración y autorregulación emocional de los niños, lo cual puede contribuir a un mejor rendimiento académico y a un mayor bienestar general”, razonó el experto, convencido de que, al proporcionar el “apoyo adecuado”, se les brinda a los niños y adolescentes con TDAH “las herramientas y estrategias necesarias para tener éxito en todos los ámbitos de su vida”.