Compuesta por nueve volúmenes planteados en un tono divulgativo y riguroso a la vez, se presentan como ensayos creativos en fondo y forma que abordan con una mirada actual sobre los antivalores que enunció el papa Gregorio Magno hace quince siglos y que la Iglesia católica continúa presentando como “vicios” en el Catecismo.

“Todos los pecados capitales se encierran, al final, en uno: el de actuar contra la especie humana”, expuso el filósofo Javier Gomá, que prologa la colección, convencido de que “la magnitud de su maldad moral se acentúa cuando, a causa de la última pandemia que acabamos de padecer, la especie ha estado en real peligro de extinción”.

Para el director editorial de PPC, Javier Navarro, estos nueve libros “buscan provocar en el lector una reflexión que le lleve a salir de su zona de confort para comprender el mundo de hoy, generar un cambio personal, pero también para comprometerse con la realidad en la que nos movemos”. “Para ello, cada uno de los autores, desde su impronta personal, aporta una mirada poliédrica, propositiva y práctica de estos vicios humanos comunes a todos”, afirmó.

El catedrático de Ética Miguel García-Baró se adentra en la avaricia partiendo de la idea de que “no es simplemente el deseo de posesiones, bienes, dinero, honras”; La académica de la Real Academia de la Historia Marifé Santiago Bolaños se enfrenta a la envidia con el preaviso de que quien la ejerce “se ve juzgado siempre, y señalado”, y el crítico literario Rafael Narbona bucea en las consecuencias de la ira.

EQUILIBRIO

Además, el arquitecto Álvaro Galmés parte de la gula para denunciar el actual “exceso de consumo, en cuanto al equilibrio, no del propio individuo, sino al equilibrio exterior” y la periodista Cristina Sánchez Aguilar se pregunta por la lujuria, para sentenciar que “no es una mera liberación de tabúes o una ruptura con el "moralismo cristiano".

La directora del Área de Cultura del Centro Sefarad-Israel, Esther Bendahan, redescubre la maledicencia desde su raíz hebrea que evoca a la “lengua venenosa”; la catedrática de Lengua y Literatura Española Asunción Escribano se sumerge en la pereza desde “la fragilidad de nuestra especie, de nuestra limitación como seres creados a partir de un soplo sobre la materia más fácil de quebrar” y el fraile capuchino Víctor Herrero aborda la tristeza desde su cotidianidad personal: “Lo contrario de la tristeza es la realidad. Lo dice Simone Weil y así lo creo. Creo que en la realidad está la dicha. Lo he visto en la sonrisa de mi madre antes de morir”.

La colección la completa el jesuita Xavier Quinzá, que se detiene en el espejo de la vanidad “que falsea lo que somos y le imprime una dinámica de perversión del don recibido de la vida” de la mano del orgullo y la soberbia.