Educación

Una cuarta parte de los escolares van a clase sin haber dormido el tiempo necesario para su edad

MADRID
SERVIMEDIA

Casi una cuarta parte de los escolares (un 24%) van a clase habiendo dormido menos tiempo del recomendado para su edad. Al cumplir dos años, un niño debería haber pasado 13 de sus 24 meses de vida durmiendo., y en la adolescencia, el 50% de su vida debería haber sido sueño.

Son datos de un estudio realizado en la Comunidad Valenciana y cuyos resultados podrían ser extensibles al resto del territorio español.

“La infancia se encuentra en una situación crónica de déficit de sueño y de 'jet lag' escolar. Es un problema de salud pública que deja huella en el desarrollo de los menores”, subrayó el doctor Gonzalo Pin, pediatra y vocal de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (Fesmes).

El descanso es fundamental para el desarrollo neurocognitivo del niño y el déficit crónico del mismo dejan huella en los menores de cara al futuro. “Sabemos que muchos de los problemas de origen metabólico que se diagnostican en la edad adulta empiezan a gestarse en la infancia”, lamentó el pediatra.

Según Gonzalo Pin, uno de los grandes problemas que cada vez están viendo más en consulta son los trastornos del ritmo circadiano, derivados de la incompatibilidad de los ritmos sociales con los ritmos biológicos de los menores. “Cada vez vemos a más niños que tienen un retraso del inicio de la secreción nocturna de melatonina o, por el contrario, un inicio precoz de esta secreción”, concede.

El sueño, junto a la nutrición y el ejercicio físico, es uno de los tres pilares de una vida saludable”, argumentó el vocal de Fesmes, que añadió que el descanso “es fundamental para el desarrollo neurocognitivo del niño” y que el déficit crónico del mismo o las alteraciones del ritmo circadiano “dejan huella” en los menores de cara al futuro: “Sabemos que muchos de los problemas de origen metabólico (diabetes, hipertensión, etc.) que se diagnostican en la edad adulta empiezan a gestarse en la infancia”.

Además de en la salud, la falta de sueño también tiene un impacto directo sobre el rendimiento escolar. “Con menos horas de sueño el porcentaje de sueño REM también es menor, y esta es la fase del sueño en la que el niño va a fijar la memoria, a consolidar todo lo aprendido durante el día. Además, durante la vigilia, un déficit crónico de sueño dificulta que el niño mantenga la atención de forma continuada”, concluyó el pediatra.

(SERVIMEDIA)
09 Jun 2022
AHP/gja