Gabirondo compareció ante el juez de la Audiencia Nacional Carlos Bueren, que también tomó declaración a Cristina Goikoetxea, en cuya casa la policía halló una lonja con diveso material explosivo, armas, una furgoneta y un coche robado. Bueren decidió prorrogar el plazo de detención de ambas mujeres, que negaron cualquier relación con la banda terrorista.

Según informó el abogado de las detenidas, Txema Matanzas, Goikoetxea aseguró ante el juez que desconocía las actividades de su marido, José Gabriel Zabala Erasun, arrestado en la misma operación, y nunca supo lo que éste guardaba en la lonja de su domicilio en Oiartzun (Guipúzcoa).

En parecidos términos se expresó abirondo, mujer de Gonzalo Rodríguez Cordero, a quien la policía acusa de atentar contra buques en Barcelona y Santander.

Gabirondo manifestó que sólo en una ocasión su marido le obligó a acompañarle en su coche hasta los alrededores de la Policlínica de San Sebastián.

Una vez allí, pudo observar que Rodríguez Cordero sacaba una pistola y detenía un vehículo, forzando a sus ocupantes a descender del coche. Tras encadenarles, su marido le ordenó que llevara su automóvil a casa, mientras él conducí el vehículo sustraído.

De acuerdo con las mismas fuentes, la mujer explicó al juez que nunca comentó nada con su marido sobre este suceso porque tenía una "difícil relación matrimonial".

El juez Bueren ha decidio prorrogar el plazo de detención de las arrestadas, a la espera de tomar declaración a sus respectivos maridos para decidir sobre su situación penal.

Las mujeres hicieron constar que han sido objeto de amenazas y malos tratos durante su detención. Según Matanzas, Gabirondo presentab diversos hematomas en su cuerpo y comentó que uno de los policías que la golpeó le dijo que iba a acabar como Miren Gurutze Yanci, fallecida en las dependencias de la Guardia Civil en Tres Cantos (Madrid).