Los camiones de la empresa, que colabora en las obras de la denominada "Y vasca", estaban aparcados en el barrio Magdalena de Azpeitia cuando les pincharon las ruedas, fueron pintados y les taponaron los tubos de escape.

En su reivindación en el mes de marzo de 2007, los autores de estos actos sostenían que "en el momento en que habéis comenzado los trabajos, cada vez vemos con más claridad que para detenerlos sólo hay un camino: la acción directa. Hoy ha sido Altuna y Uria y mañana será otra, y esto no va a parar hasta acabar con la eliminación total de esta sociedad depredadora capitalista".