El público que visite la exposición, cuyo acceso es gratuito, podrá disfrutar viendo antiguos manuales anatómicos con preciosas ilustraciones desplegables de finales del siglo XIX y principios del XX, con solapas abatibles, que enseñan las diferentes partes del cuerpo humano, diseccionado por capas; libros de ingeniería para aprender el funcionamiento de las locomotoras y de la maquinaria de la época; tratados arquitectónicos con sorprendentes edificios tridimensionales que aparecen de la nada al pasar cada página; o libros sobre moda, publicidad y diseño.

“Aunque se crea que los libros ‘pop up’ son una modalidad actual, lo cierto es que los primeros ejemplares móviles se hicieron en el siglo XII con el fin de facilitar la comprensión de los fenómenos naturales y religiosos a los adultos”, subrayó Susana López del Toro, periodista y comisaria de la exposición.

Los libros móviles dirigidos a la infancia también ocupan un lugar destacado en la exposición, habiendo aparecido los primeros ejemplares en el siglo XVIII a través del editor inglés John Newbery, los cuales se popularizaron rápidamente, convirtiéndose en objetos de colección entre las clases altas de Inglaterra y Francia.

También se expone una edición facsimilar del ‘Grand Cirque International’, realizado por el ilustrador alemán Lottar Meggendofer y publicado en 1887 en París, que marcó un antes y un después en su género.

Se expone una edición facsimilar del "Grand Cirque International", realizado por el famoso ilustrador alemán Lottar Meggendofer y publicado en 1887 en París, que marcó un antes y un después en su género. Además, se podrán ver algunas otras ediciones originales de este magistral creador.

Susana López del Toro destacó que el término ‘pop up’ lo registró la editorial estadounidense Blue Ribbon Books en 1932, explicándose su éxito por la alianza que forjó con Walt Disney para dotar de animación e ilustraciones emergentes las historias de Mickey, Minnie y el resto de sus personajes.