Investigación

Una investigación pionera descubre las bases cerebrales del razonamiento deductivo no verbal

Madrid
SERVIMEDIA

Investigadores del 'Center for Brain and Cognition' de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y otros centros colaboradores han investigado por primera vez las áreas cerebrales que se activan cuando se observan imágenes que invitan a realizar deducciones lógicas.

Así se desprende del estudio titulado ‘Seeing inferences: brain dynamics and oculomotor signatures of non-verbal deduction’, publicado en la revista 'Scientific Reports'. Liderado por Ana Martín (UPF y Ecole Normale Supérieure de París), cuenta con la participación de investigadores internacionales (Christophe Pallier, del Centro de Neuroimagen Cognitiva Neurospin, de Francia, y Carlo Reverberi y Aldo Solari, de la Universidad de Milano Bicocca), y otros investigadores del Center for Brain and Cognition como Luca Bonatti (ICREA -UPF) o Luca Filippin.

El estudio analiza los procesos deductivos espontáneos que se realizan en situaciones cotidianas, para extraer conclusiones a partir de informaciones o datos concretos. Hasta el momento, la neurociencia ha estudiado el razonamiento deductivo sobre todo de forma verbal, es decir, ha estudiado las respuestas cerebrales cuando uno realiza deducciones a partir de mensajes orales o textuales.

Este estudio introduce como novedad el análisis de razonamientos deductivos realizados a partir de imágenes, es decir, usando un paradigma no verbal, pionero en el campo de la neurociencia.

Según la investigadora Ana Martín, “por primera vez, se estudian a nivel conductual y de imagen cerebral unidades elementales que componen el pensamiento sin recurrir a tareas verbales. Observar qué estructuras del cerebro se activan cuando presentamos contenido visual compatible con procesos deductivos puede darnos una pista acerca del formato en que representamos nuestros pensamientos”.

Para examinar el funcionamiento del cerebro y la dilatación pupilar durante los procesos deductivos, esta investigación ha partido de una muestra de un total de 50 personas, con la que se han hecho dos tipos de experimentos distintos, con una base común. En ambos casos, se han mostrado imágenes a los participantes en las que una pareja de objetos aparece en un escenario (por ejemplo, una pelota y una serpiente).

A continuación, una barrera sólida los tapa y una copa coge uno de ellos sin revelar su identidad, de manera que cualquiera de los dos, pero no ambos, se encuentra dentro de ella. Los participantes tenían que deducir cuál era el objeto escondido dentro de la copa a partir de la información que se daba sobre el otro objeto.

Este tipo de paradigma que se basa en lo visual, puede ser aplicado para comprender los procesos deductivos a cualquier edad, incluso entre bebés que aún no han aprendido a hablar. En el primero de los experimentos, se ha analizado el funcionamiento del cerebro a lo largo de las diferentes fases del proceso deductivo, esto es cuando se representan las alternativas y cuando se realiza la deducción por eliminación.

El patrón de activación es diferente en las distintas fases, indicando que la representación mental asociada al planteamiento de las alternativas posibles es diferente de la representación asociada al momento de la conclusión donde se termina con la incertidumbre.

Además, en el momento de la deducción, esta investigación ha podido constatar muchas similitudes en las áreas cerebrales que se activan respecto a otros estudios que usan tareas verbales. Las áreas involucradas son en ambos casos una red prefrontal-parietal en el hemisferio izquierdo. Esto sugiere que en todas las formas de razonamiento (verbal o no verbal) estas áreas tienen un papel central en el razonamiento lógico.

Esto no significa que el cerebro siga las reglas del lenguaje a la hora de desarrollar procesos deductivos, según los investigadores. “No es que el razonamiento sea lingüístico; más bien, el lenguaje es mucho más dependiente de los procesos lógicos de lo que generalmente se reconoce. La evidencia aquí mostrada contribuye a esclarecer los mecanismos neurales del razonamiento lógico elemental en ausencia de lenguaje”.

Además, según el estudio, la pupila se dilata más ante una imagen ambigua, que desencadena el inicio de un proceso deductivo. En el segundo de los experimentos, se analizó la reacción de la pupila, que es un marcador de diversos procesos cognitivos al ver estas mismas imágenes. "Se ha podido constatar que la pupila está más dilatada en situaciones en las que el individuo observa un objeto desconocido, compatible con una disyunción", concluyeron los autores del estudio.

(SERVIMEDIA)
28 Feb 2023
CAG/clc