Las sospechas sobre la autoría del asesinato por parte de a mujer comenzaron tras haberle realizado la autopsia al cadáver en el Hospital de la Candelaria.

Según la autopsia, se observaban quemaduras internas y grandes cantidades de veneno procedente de un plaguicida. Tras una investigación policial se descubrió que en el domicilio familiar había plaguicidas y raticidas del mismo tipo que mataron al hombre.

Además, según testimonios de vecinos y parientes, las relaciones en el matrimonio iban de mal en peor por problemas económicos y familiares. La presnta parricida fue detenida y tras pasar a disposición judicial, el juez ordenó su ingreso en prisión.