Lo hizo a través de un comunicado en el que animó a las partes a respetar las obligaciones internacionales de proteger a los menores y no atacar infraestructuras civiles, como sistemas de agua y saneamiento, instalaciones sanitarias y escuelas.

En ese sentido, el especialista en programas de Cooperación, Acción Humanitaria y Alianzas de Unicef España, Rocío Vicente, alertó de que “la escalada del conflicto está poniendo a los niños y niñas en una situación muy difícil”.

Ante esta situación, la organización explicó que trabaja para “garantizar las necesidades más urgentes de los niños y sus familias” a través del reabastecimiento a los hospitales con suministros médicos esenciales, proporcionando ayuda psicosocial y apoyando la reunificación familiar.

A su vez, entregará alrededor de mil kits que incluyen desde mosquiteras hasta mantas, agua y artículos de saneamiento e higiene a los refugiados que están cruzando la frontera entre Sudán y Chad.

Unicef reseñó que las necesidades humanitarias eran “más altas que nunca” en Sudan antes del incremento de la violencia, calculándose que este año habrá más de tres millones de niños con desnutrición aguda, 610.000 de ellos en su forma más grave, mientras que tres de cada cuatro viven en situación de pobreza extrema.