Lo hizo a través de una declaración de su directora ejecutiva, Catherine Russell, en la que afirmó que “millones de alumnas de secundaria de todo Afganistán se han despertado hoy con la esperanza de poder volver a la escuela y reanudar su aprendizaje”. Sin embargo, continuó, “sus esperanzas no han tardado en verse frustradas”.

En ese sentido, consideró “un gran retroceso para las niñas y su futuro” la decisión de los talibanes de retrasar la vuelta a la escuela de aquellas que se encuentran entre el séptimo y el undécimo grado escolar.

Catherine Russell señaló que con esta decisión “se está negando a toda una generación de adolescentes su derecho a la educación y se les está robando la oportunidad de adquirir las habilidades que necesitan para construir su futuro”.

Ante esta situación, exigió a los talibanes que “cumplan su compromiso con la educación de las niñas sin más demoras” y pidió a “los líderes comunitarios de todos los rincones de Afganistán que apoyen la educación de las adolescentes”.

Por último, aseveró que “todos los niños merecen estar en la escuela”, ya que es “la forma más certera de situar al país en un camino más seguro hacia la paz y la prosperidad que el pueblo de Afganistán merece”.