Agua

Uno de cada tres ríos en el mundo perdió agua el año pasado, según la ONU

- La Organización Meteorológica Mundial pide un mejor seguimiento del ciclo del agua, cada vez más errático

MADRID
SERVIMEDIA

Un 34% de las cuencas hidrográficas del planeta estuvieron el año pasado más secas de lo normal y un 21% tuvieron más agua que de costumbre, de manera que más de la mitad experimentaron desviaciones de las condiciones normales de descarga hídrica.

Esa es una de las principales conclusiones de la segunda edición anual del informe ‘Estado de los recursos hídricos mundiales, elaborado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) -agencia de la ONU especializada en el tiempo, el clima y el agua- y dado a conocer este jueves.

El informe, con datos de 2022, contiene aportaciones de expertos en hidrología, incluidos servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales, centros de datos mundiales, miembros de la comunidad mundial de modelización hidrológica y organizaciones de apoyo como la NASA y el Centro Alemán de Investigación de Geociencias (GFZ, por sus siglas en alemán).

El trabajo incluye información sobre variables hidrológicas importantes como las aguas subterráneas, la evaporación, el caudal de los arroyos, el almacenamiento de agua terrestre, la humedad del suelo, la criosfera (agua congelada), las entradas a los embalses y los desastres hidrológicos. Integra observaciones sobre el terreno, datos de teledetección por satélite y simulaciones de modelos numéricos para evaluar los recursos hídricos a escala mundial.

El ciclo hidrológico se está desequilibrando por el cambio climático y las actividades humanas, según la OMM, que añade que las sequías y las lluvias extremas están causando “un alto precio en vidas y economías”. Además, el derretimiento de la nieve, el hielo y los glaciares han aumentado las inundaciones y amenazan la seguridad hídrica a largo plazo para muchos millones de personas.

Sin embargo, se sabe muy poco sobre el verdadero estado de los recursos de agua dulce del mundo. “No podemos gestionar lo que no medimos”, indica el informe, donde se reclama “un mejor seguimiento del ciclo del agua, cada vez más errático”.

"Los glaciares y la capa de hielo se están retirando ante nuestros ojos. El aumento de las temperaturas ha acelerado, y también alterado, el ciclo del agua. Un ambiente más cálido retiene más humedad. Estamos viendo episodios de precipitaciones e inundaciones mucho más intensas. Y en el extremo opuesto, más evaporación, suelos secos y sequías más intensas", indica Petteri Taalas, secretario general de la OMM.

En la actualidad, cerca de 3.600 millones de personas se enfrentan a un acceso inadecuado al agua al menos un mes al año y se espera que esta cifra aumente a más de 5.000 millones en 2050, según ONU Agua.

VARIABLES HIDROLÓGICAS

Según el informe, más de la mitad de las cuencas hidrográficas mundiales tuvieron desviaciones de las condiciones normales de descarga de los ríos, pues un 34% estaban más secas de lo normal y un 21% se mostraron por encima o muy por encima de las condiciones habituales. Además, más del 60% de los principales embalses de agua registraron una entrada hídrica inferior o normal.

Europa experimentó el año pasado un aumento de la evaporación y una disminución de la humedad del suelo y de los caudales de los ríos durante el verano debido a una gran ola de calor y sequía.

CRIOSFERA

La criosfera (esto es, los componentes congelados del planeta, como glaciares, casquetes polares, hielo marino y permafrost) es la mayor reserva natural de agua dulce del mundo.

El llamado Tercer Polo, que abarca la meseta tibetana, el Himalaya, el Karakorum, el Hindu Kush, el Pamir y las montañas Tien Shan, es vital para el suministro de agua de casi 2.000 millones de personas. De 2000 a 2018, la masa de los glaciares disminuyó en más de un 4% y hubo una notable disminución de la capa de nieve y un gran aumento en el volumen de los lagos glaciares. Esto ha afectado a las escorrentías de los ríos en las cuencas de los ríos Indo, Amu Darya, Yangtsé y Amarillo.

En 2022, la capa de nieve en los Alpes, crucial para alimentar los principales ríos como el Rin, el Danubio, el Ródano y el Po, se mantuvo muy por debajo de la media. “Los Alpes europeos fueron testigos de niveles sin precedentes de pérdida de masa glaciar”, según el informe.

Los Andes subtropicales experimentaron una disminución constante en la acumulación de nieve invernal desde 2009, lo que afectó el suministro de agua para las ciudades de Chile y el oeste de Argentina.

DESASTRES

Durante el verano de 2022, graves sequías afectaron a muchas partes de Europa, lo que planteó problemas de transporte en ríos como el Danubio y el Rin e interrumpió la producción de electricidad nuclear en Francia por la falta de agua de refrigeración.

La navegación en el río Mississippi (Estados Unidos) se vio afectada por los niveles extremadamente bajos del agua, como resultado de una sequía continua en el país.

En América del Sur, la cuenca del río de la Plata sufrió una continuación de las condiciones de sequía desde 2020, lo que provocó una caída significativa en la producción hidroeléctrica en 2022, como resultado de los bajos caudales de los ríos. Hubo varios casos de falta de suministro de agua en Paraguay durante el año pasado.

La sequía en la cuenca del río Yangtsé en China provocó una descarga del río, la entrada a los embalses y una humedad del suelo mucho más bajas que el promedio.

La prolongada sequía provocó una grave crisis humanitaria en el Cuerno de África. Por el contrario, la cuenca del Níger y gran parte de Sudáfrica registraron una descarga fluvial superior a la media, vinculada a grandes inundaciones en 2022.

Una gran inundación azotó la cuenca del río Indo en Pakistán, causó la muerte de al menos a 1.700 personas, afectó a 33 millones de personas y provocó pérdidas económicas estimadas en más de 30.000 millones de dólares.

(SERVIMEDIA)
12 Oct 2023
MGR/gja