Así lo afirmó en una entrevista a Servimedia en la que también señaló que "en muchas ocasiones son las propias madres de los niños o adolescentes quienes traumatizan y obsesionan a sus hijos con el tamaño de su pene u otros aspectos".

Así, Madurga hizo hincapié en que "si los hombres no preguntan se quedan con una percepción equivocada porque, muchas veces, desde que son pequeños viven situaciones de risas o 'bullyng' por la apariencia y, si no preguntan, llegan a tener problemas psicológicos serios”.

En esta línea, la uróloga insistió en la desigualdad de género que existe también en las relaciones sociales y la comunicación porque, por ejemplo, “entre mujeres no nos reímos de otra cuando tiene la regla o dolores de ovarios, pero los hombres si se ríen y se burlan si alguno tiene problemas en su miembro”.

DESMONTAR MITOS

El libro 'Todo lo que debes saber sobre el pene y nunca te atreviste a preguntar' tiene como objetivo principal “informar de forma clara, con un lenguaje que se entienda y que transmita, así como desmontar mitos y falsas informaciones sobre el pene”, dijo Madurga.

La doctora explicó que algunas de las preguntas que no se atreven a hacer los hombres son “si su tamaño de pene es normal, si tener un gatillazo o la eyaculación precoz es algo normal”.

Además, añadió que “no se atreven a preguntar tantas cosas porque puede dañar su virilidad" y eso "lo único que hace es traumarlos muchísimo e, incluso, hay personas que rechazaron el sexo porque tienen una percepción muy mala de sí mismos”.

En cuanto a los mitos más conocidos sobre el órgano viril, Madurga dijo que “el pene pequeño es una falsedad porque es muy difícil encontrar a un hombre con un micropene que le imposibilite tener una relación sexual”.

De esto modo, la uróloga detalló que “para tener relación de sexo, con que el pene tenga seis centímetros en estado de erección es suficiente, y siempre se mide en este estado porque da más exactitud y desde la cara ventral, es decir, la parte que está pegada al abdomen”.

Igualmente, la doctora enunció que, en los últimos 30 años, “el pene aumentó alrededor de dos centímetros y en base a la alimentación, que es más rica en proteínas y verduras, y puesto que los niños llegan a la adolescencia más prematuramente y son más altos, entonces el falo crece en consonancia”.

En este sentido, Madurga aseguró que este hecho influye en las relaciones sociales entre los varones porque “les gusta medirse el pene y, a veces, hay pacientes que se quejan de que les encogió, pero es imposible”.

Sobre esto, la uróloga también apuntó que “en el ‘doctor’ internet hay una gran desinformación porque se venden cremas para hacer crecer el pene, pastillas mágicas para prorrogar la erección o técnicas para hacer que el pene se ensanche. No existe nada de esto”.

Al mismo tiempo, Madurga aseguró que “los gatillazos son normales y suelen ser provocados, principalmente, por el alcohol, las drogas, el cannabis o una situación de mucho nerviosismo, pero no pasa nada cuando suceden”.

SALUD Y EDUCACIÓN

La uróloga explicó que “hay que tener una alimentación saludable, equilibrada y baja en grasas para cuidar el pene” y especificó que “la obesidad, el tabaquismo, la hipertensión y la diabetes” son las causas más frecuentes de una disfunción eréctil”.

También, la autora reivindicó que la “educación sexual debe partir desde casa, desde los padres”. Así, subrayó que “cuando un niño empieza la adolescencia es el momento en el que deben hablar sus padres con él sobre sexo, porque es muy importante que reciban una información veraz y tranquila, que además fortalecerá su confianza”.

Por ello, la doctora animó a los adolescentes y adultos a que “si tienen cualquier problema o duda acudan a su médico de Atención Primaria y los padres no deben tener miedo de hablar sobre esto con sus hijos”.