Lo dijo en la sesión de control al Gobierno en el Senado en respuesta a una pregunta del senador del PP Juan Manuel Ávila, quien le interpeló sobre si considera la tauromaquia parte de la cultura universal y española.

Urtasun recordó que la Ley 18/2013, de 12 de noviembre, establece que “la tauromaquia forma parte del patrimonio cultural digno de protección en todo el territorio nacional, de acuerdo con la normativa aplicable y los tratados internacionales sobre la materia”.

A pesar de ello, reiteró que “la mayoría de la sociedad española cada vez tiene más sensibilidad hacia los derechos de los animales y no comparten el maltrato animal”. Esto le sirvió para reprochar al PP que “no tiene una propuesta para la cultura de este país, ni siquiera para la tauromaquia”, como lo atestigua que no haya “ni una sola mención” a ella en su programa electoral.

Urtasun subrayó que el PP “no tiene ninguna propuesta ni modelo cultural”, como lo evidencia que “cada vez que llegan al poder eliminan el Ministerio de Cultura”, la subida al 21% del IVA para el cine y el teatro, los “recortes presupuestarios” y la cesión de las competencias de cultura a Vox en las comunidades autónomas donde gobiernan, con la consiguiente “censura, que no voy a tolerar”. “Si ustedes gobernaran, Ortega Smith sería el ministro de Cultura”, deslizó.

El titular de Cultura concluyó su intervención dejando claro que las puertas de su departamento estarán siempre abiertas para los miembros del PP, “pero, por favor, antes que con bravuconadas, vengan con propuestas”.

Por su parte, Juan Manuel Ávila trasladó al ministro que es tan animalista como él y presumió de tener “una enorme formación y conocimiento del mundo del toro” a diferencia de Urtasun, a quien reprochó carecer de “formación y conocimiento para hablar mal de la tauromaquia y para tomar decisiones en el futuro sobre ella”.

También expuso que los festejos taurinos tuvieron 25 millones de espectadores el año pasado, “diez veces más que los votos que usted sacó en las elecciones” y observó que representan la segunda actividad cultural tras el fútbol.