El mismo martes, las 75 reses restantes del rebaño fueronsacrificadas y los restos serán analizados e incinerados. Las autoridades belgas han iniciado una investigación epidemiológica para determinar el origen de la contaminación y la dispersión de la enfermedad.

Los servicios del Ministerio de Agricultura tendrán que localizar a los animales que hayan abandonado la explotación agrícola en el pasado y que continúen aún con vida, así como el tipo de alimentación suministrado, para determinar si la contaminación se produjo por esa vía.