El hecho ha producido un enfrentamiento entre el Ayuntamiento y los vecino de la localidad, con las autoridades eclesiásticas, ya que la custodia tenía que haber partido ayer tarde, desde Baeza hacia Sevilla.

El alcalde de Baeza, Eusebio Ortega, informó ayer a la población, en una asamblea, que la iglesia lo había "engañado". Según él, se había pactado un seguro de mil millones de pesetas para este valioso objeto. Sin embargo, el seguro suscrito por el obispado fue de cien millones de pesetas.

Eusebio Ortega manifestó que considera esta actuación como una burla y que aora "el pueblo de Baeza no consentirá el traslado de la custodia con ningún tipo de seguro".

Tras la advertencia del edil, unas mil personas se concentraron a las puertas de la catedral para impedir que la custodia fuese sacada del municipio.

La tensa situación obligó a intervenir al gobernador civil de la provincia, Joaquín Iñiguez, quien tuvo que hablar por teléfono con Ortega y con el obispo de la Diocésis de Jaén, Santiago García Aracil.

Por su parte, el obispo de Jaén criticó duramente a actuación del alcalde. En declaraciones a Servimedia, el obispo se mostró disgustado por lo que considera una "interferencia política en la vida de la iglesia, impropia de una sociedad democrática".

García Aracil manifestó que le molesta esta actuación "por la fuerza, porque esto se hizo con botas y espuelas, con unos alguaciles impidiendo salir al camión".

El obispo insiste en que la custodia es propiedad de la iglesia y que, por tanto, también es de la iglesia el derecho a exponerla. "La actiud del alcalde me produce sorpresa y es un atropello gravísimo, además de una pedantería porque el alcalde intenta juzgar al comité técnico del Pabellón de la Santa Sede, respecto al valor de un objeto", dijo García Aracil.

Sobre las actuaciones que pretende realizar para conseguir el traslado de la custodia, el obispo aseguró que no puede adoptar medida alguna, puesto que la iglesia aún conserva el sentido común y el espíritu pacífico frente a un grupo de vecinos soliviantados por el alcalde Eusebio rtega.

Esta custodia realizada en oro y plata, es obra de Gaspar Núñez de Castro. Fue acabada en 1714 y está considerada como uno de los objetos más emblemáticos de la ciudad.