En la pancarta, desplegada en el número 32 del paseo de las Delicias, también puede leerse ‘Porque no todas las propuestas políticas nos garantizan un planeta sano, estas elecciones vota por la naturaleza, vota por ti’.

El mensaje de la campaña se verá próximamente en marquesinas y estaciones de metro, y se acompañará de diversos materiales para difundir por las redes sociales que cuentan, a través de especies de aves amenazadas, por qué es importante contar con la naturaleza en las propuestas electorales de los partidos políticos.

Por ejemplo, la pardela balear (en peligro crítico) pide el voto por una pesca sostenible y un océano libre de contaminación. El vencejo común (vulnerable) reclama votar por unos pueblos y unas ciudades donde se pueda vivir en paz.

El martín pescador (en peligro) solicita el voto por unos ríos y unos humedales en buen estado para que nadie pase sed. El aguilucho cenizo (vulnerable) aboga por unos campos sin pesticidas ni agroquímicos.

El buitre negro (casi amenazado) pide el voto por una transición energética que respete la biodiversidad, el paisaje y el paisanaje. Y el roquero rojo (casi amenazado) reclama el voto para frenar el cambio climático.

“Nos encontramos en un momento de crisis ecológica que no solo afecta a la biodiversidad y a los ecosistemas. Las personas estamos sufriendo también las consecuencias del cambio climático y de la perdida de especies y hábitats. Pero esta realidad, evidenciada por la ciencia de forma contundente y recurrente, y por organismos como Naciones Unidas, no queda reflejada en su justa medida por todas las corrientes políticas en sus programas electorales”, según Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife.

Ruiz añadió al respecto: “Por eso, a la hora de acudir a las urnas, reflexionemos, porque todos los ‘pájaros’ no son iguales. No podemos mirar hacia otro lado porque la solución está en nuestra mano. Es nuestra oportunidad y nuestra decisión. Y no nos queda mucho tiempo”.

MEDIDAS Y POLÍTICAS

Por ello, la ONG considera que que se necesitan medidas y políticas que tengan en cuenta la calidad del aire y de las aguas, unos campos con vida que permitan obtener alimentos sanos, la gestión sostenible de los recursos naturales o un modelo de producción y consumo ajustado a las necesidades y a los límites del planeta. En definitiva, medidas y políticas que cuenten con la naturaleza.

“Naciones Unidas ya ha reconocido el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible como derecho humano universal. Ahora depende de cada una de nosotras exigirlo”, indicó Ruiz.

Como organización conservacionista dedicada al estudio de las aves, SEO/BirdLife alerta desde hace varios años de las consecuencias que tienen determinadas actuaciones humanas guiadas por un modelo de desarrollo insostenible.

La recopilación de datos sobre el estado de las poblaciones de aves y su declive generalizado evidencian problemas ambientales que afectan directamente al estado de salud de los ecosistemas. Según BirdLife International, la mitad de las aves que viven en el mundo pierden población (5.245 de 11.000 especies).