Su nombre figura desde hoy en la relación de periodistas que, desde 1979, han merecido este galardón en un certamen que ha sido concebido para distinguir la calidad de los artículos literarios y de opinión publicados en cabeceras reconocidas en lengua castellana.

La entrega del premio, dotado con 10.000 euros y una estatuilla del periodista Julio Camba inspirada en una caricatura de Siro López, se realizó en la Casa de América en Madrid en el transcurso de una gala.

Sánchez competía como finalista con Armando Álvarez ('Faro de Vigo') y José María Paz Gago ('ABC'). Ella había presentado un artículo titulado 'Escoitar os mortos'.

El jurado destacó del texto "su aproximación a la tradición popular". También lo calificó de "emotivo y literario", resaltando que está escrito "desde una perspectiva propia, abierta, y respetuosa con la tradición".

En la XLIV edición, el jurado estuvo presidido por el escritor Alfredo Conde y su secretario fue el director de comunicación de Abanca, Isaac González Toribio. Además, actuaron como vocales los periodistas y escritores Bibiana Candia, Manuel de Lorenzo y Cristina Sánchez-Andrade; el director de la Fundación Gabo, con sede en Cartagena de Indias (Colombia), Jaime Abello, y el escritor y exvicepresidente de Nicaragua Sergio Ramírez.

EXCELENCIA Y ÉTICA

El presidente de Afundación, la Obra Social de Abanca, Miguel Ángel Escotet, abrió el acto de entrega con un discurso en el que resaltó el objetivo del premio: "La búsqueda de la excelencia a través del reconocimiento de artículos de calidad e impulsar y dar alas para transitar el apasionante, y tan necesario, oficio de escribir".

Durante su intervención, Escotet aludió a conceptos relacionados con la calidad y la ética periodística defendidos históricamente tanto por Sergio Ramírez, nuevo miembro del jurado, como por Gabriel García Márquez, cuya Fundación Gabo se vincula al galardón.

"Es totalmente cierto que este tiempo es líquido, rápido, convulso, lleno de incertidumbres y desorden. Por eso sois necesarios", subrayó Escotet. "Escribir, como leer, es, sobre todo, pararse a pensar", incidió.

"La escritura, el periodismo, nacen en el horizonte de quien observa la realidad, se reencuentra con sus pensamientos y memorias, los descubre, los analiza y los transcribe. Es una forma de congelar el fluir del tiempo y diluirse en un paréntesis a este mundo que reclama atenciones a cada momento, para finalmente ofrecer generosamente un texto que estimule y provoque el juicio crítico, el pensamiento diferente", concluyó.