El jurado ha reconocido la trayectoria de María Dueñas por "un altísimo grado de interpretación y ejecución del violín, que le permite una gran conexión emocional con el público, y ha recibido un reconocimiento internacional insólito a su edad". También destacó "su gran talento, su disciplina y su capacidad de trabajo, que constituye un excepcional modelo inspirador para los jóvenes".

María Dueñas, que agradeció el premio visiblemente emocionada, explicó en conexión telemática que es “muy consciente de lo importante que son los grandes referentes y desde la mayor humildad me gustaría servir de referente de jóvenes actuales en el terreno musical y artístico”. Además, añadió que se compromete "a trabajar cada día para contribuir a dar visibilidad a valores que considero muy importantes como son la motivación, el trabajo, el esfuerzo y la entrega incondicional a los sueños personales de cada uno, sueños que están ahí para hacerse realidad”.

Dueñas nació en Granada en 2002, empezó a tocar el violín a los seis años y se matriculó en el Conservatorio de Granada un año después.

En 2014 ganó la beca de Juventudes Musicales de Madrid para estudiar en el extranjero, siendo la estudiante más joven de la historia de esa convocatoria, y se trasladó a Dresde para proseguir su formación en la Hochschule für Musik Carl Maria von Weber. En 2016, ella y su familia volvieron a trasladarse, en esta ocasión a Austria, a fin de que pudiera estudiar con Borís Kuschnir en la Musik und Kunst Privatuniversität de la ciudad de Viena y en la Universität für Musik und darstellende Kunst de Graz.

María Dueñas interactúa con el público más joven, fomentado la implicación de este segmento en la música clásica.

Ha participado en iniciativas sociales con la Orquesta Ciudad de Granada, como la iniciativa llamada 'El corazón de la OCG', un proyecto social para acercar la música a colectivos desfavorecidos, materializándose en conciertos en las casas de acogidas para niños de Aldeas Infantiles de Granada.