Investigadores de la Universidad de Glasgow, en Escocia, inyectaron el virus del herpes, genéticamente modificado para evitar los efectos negativos, en cinco pacientes con melanomas malignos, una de las formas más peligrosas de cáncer de piel.

Los autores del estudio comprobaron que el virus destruyó células cancerígenas, siendo mayor la destrucción cuanto mayor fue el número de inyecciones aplicadas con el virus modificado.

Aunque los investigadores han señalado que el estudio se encuentra todaía en una fase muy temprana, el descubrimiento podría contribuir en un futuro (en un plazo aproximado de diez años) a la creación de un nuevo tratamiento para combatir el melanoma maligno, responsable del 85 por ciento de los fallecimientos entre los enfermos de cáncer de piel.