“Es el momento de librar esa guerra cultural para garantizar el derecho a ser lo que somos”, señaló Garriga durante la clausura del tercer encuentro Frontera Sur organizado por Vox y el grupo europeo ECR en Barcelona, unas jornadas en las que se analiza “la problemática de la inmigración ilegal y sus consecuencias en las grandes ciudades europeas”.

Mostró su “preocupación” por el “grave riesgo” que “ya están acarreando” esas “políticas de fronteras abiertas” que están promoviendo ese “buenismo en torno a la inmigración ilegal” y esa “obsesión en torno a ese multiculturalismo que están imponiendo unas élites” con “mucha mano izquierda y poniendo eufemismos”.

Garriga denunció que “unos y otros” pongan “en el foco” del debate político “cosas que están alejadas de la realidad”, pero puso en valor que “gracias” a formaciones políticas como Vox “por fin” se ha abierto un debate que “algunos habían decidido cerrar” y que “decían que no deberíamos tener en la esfera pública”.

Un “silencio” que, prosiguió, él padece en el Parlamento catalán, ya que cuenta con “dos expedientes” por “denunciar las consecuencias que tienen esas políticas migratorias”, incluso se llegó a expulsar al diputado de Vox Alberto Tarradas por “denunciar las consecuencias que tiene el islamismo en nuestras calles”.

Además, lamentó que Cataluña es una de las regiones que “más padece las consecuencias de las fronteras abiertas” y del “fenómeno del islamismo” y alertó de que “es el principal foco islamista de toda Europa” y “de delincuencia en toda España”, algo que “se silencia permanentemente”. “Es la cuna del islamismo nacional y europeo”, añadió.

Finalmente, matizó que la protección de las fronteras es “una lucha por la libertad”, por “defender nuestro modo de vida” y “por el derecho que tenemos a seguir siendo lo que somos”. “Queremos que Cataluña siga siendo Cataluña, no queremos que se convierta en Argelia, y eso es algo que vamos a repetir cueste lo que cueste”, concluyó.