Así lo indicó Garriga en declaraciones ante los medios desde Mataró, donde afeó que los vecinos del barrio de Cerdanyola “llevan sufriendo más de una semana actos violentos de una turba de extranjeros que agrede a la policía y se dedica a quemar contenedores como respuesta al desalojo de un delincuente okupa extranjero hace pocos días en este mismo barrio”.

Una situación “intolerable que está permitiendo” el Gobierno de la Generalitat, el de la nación, “todos y cada uno de los consejeros de Interior” y el ministro del Interior. “Más de una semana con la violencia en las calles y ni una sola palabra de Illa o de la consejera de Interior, ni qué decir del presidente del Gobierno o del ministro de Interior”, lamentó.

En este sentido, aseguró no entender que no haya acudido a este barrio “ni un solo político” para “denunciar la realidad que están padeciendo” los vecinos. Garriga recordó que lo que está sucediendo en Mataró “es lo que ya denunciamos desde hace más de dos semanas desde Salt”, en Girona.

Lo de Salt, afirmó, “no era un caso aislado, era algo que ya dijimos que se iba a reproducir en muchos barrios y en muchas ciudades de Cataluña y así se está produciendo”. “Hoy estamos en Mataró denunciando una vez más cómo los extranjeros están intentando imponer la ley en nuestros barrios y en nuestras ciudades”, criticó.

Esto, alertó, “puede suceder en cualquier otro rincón de España porque esas políticas migratorias impulsadas por el Partido Popular y el PSOE de repartir a la inmigración ilegal en lugar de combatirla y deportar a todos los ilegales que estén en nuestro territorio nacional comporta que hayan okupaciones, que se disparen las violaciones” y “que se disparen los asaltos”.

Por ello, exigió al Gobierno de España “que cese esa política migratoria de reparto de ilegales por toda España” y al Gobierno de la Generalitat catalana “que frene de una vez por todas esta insurrección de extranjeros y de islamistas que está sembrando el terror en muchos barrios y muchas ciudades de Cataluña”.

También les pidió “que impulsen el plan que sea necesario” para “identificar a todos los extranjeros que estén cometiendo delitos en Cataluña y sean expulsados a sus países de origen” y que “identifiquen también a todos aquellos extranjeros que hayan sido nacionalizados para que se le retire la nacionalidad y sean expulsados a sus países de origen”.

Además, les instó también a trasladar el mensaje de que “la policía debe poder entrar en cualquier barrio de Cataluña y cualquier barrio de España” y que “no es tolerable que sea expulsada de los barrios por turbas de extranjeros a pedradas o a lanzamientos de barras de hierro”.