Así lo indicó Abascal en declaraciones ante los medios antes del inicio de un acto de precampaña en Gijón, donde subrayó que Vox “desde el minuto uno estuvo con la mano tendida” al Partido Popular y “seguiremos con ella”. A su juicio, con el pacto entre ambos en la Comunidad Valenciana “ha quedado claro el rumbo que marca” su partido.

En este sentido, subrayó que esta es la oferta que hace “en toda España”, pero es “urgente que resolvamos aquello que los españoles han pedido y que nos dediquemos con todo nuestro empeño desde aquí al 23 de julio a echar a quien se ha convertido en un peligro para la prosperidad” de los españoles.

Preguntado por las negociaciones con el PP en Extremadura y que la líder de los populares en esta comunidad, María Guardiola, haya pedido retrasar la investidura para negociar con Vox, Abascal apuntó que en esta región hay dos fuerzas con “distintos apoyos” que, con “distinta fuerza” tendrían que formar parte de ese “cambio” en el Gobierno.

“Tendemos la mano para un cambio de rumbo, pero no vamos de ninguna manera a entregar gratuitamente la confianza que nos han dado los extremeños”, dijo Abascal, quien insistió en que las líneas rojas de su partido son “la verdad y el respeto a los votantes de Vox”. “Nosotros estamos con la mano tendida”, añadió.

Sin embargo, lamentó que el PP “hasta hace muy poco nos dio la espalda” y habló con “mucha injusticia” de los planteamientos de Vox, por lo que estaban “muy lejos”. “Parece que en estos momentos se está planteando una rectificación, se ha dado un paso, pero yo creo que todavía hay que dar muchos más, hay que sentarse”. “Por nuestra parte no va a quedar”, concluyó.

"La condición es el respeto a nuestros votantes, que se sienten con nosotros, que asuman que no han ganado las elecciones, que les falta lo que necesitan porque no tienen mayoría absoluta y cuando asuman la realidad podremos hablar de todo", destacó el líder de Vox sobre las condiciones de su partido para negociar con el PP.