Así expresó WWF a través de un comunicado en el que también lamentó los incendios sucedidos recientemente, sobre todo el de los últimos días en Las Médulas (León), y sus daños en el patrimonio natural. Del mismo modo, envió un mensaje de solidaridad a las personas afectadas y los equipos de extinción de incendios.

WWF señaló que este tipo de incendios son el síntoma “más visible” de una triple crisis: climática, con altas temperaturas, sequías y olas de calor prolongadas; territorial, con el agravamiento del abandono rural y la acumulación de combustible en el campo; y social, marcada por una falta de prevención y acción frente a los incendios forestales.

La ola de calor presente en la península desde hace más de una semana mantiene a gran parte del territorio nacional en alerta naranja y amarilla por altas temperaturas. Esta situación, unida a los fuertes vientos, al abandono de los usos del tradicionales y la escasa gestión del territorio suponen una “combinación muy peligrosa” que está originando incendios forestales “incontrolables” durante este verano.

Se trata, por tanto, de una “emergencia que subraya la necesidad de repensar la estrategia frente a los incendios”, poniendo foco principalmente en la prevención. Asimismo, WWF advirtió de que, “aunque España tiene uno de los mejores sistemas de extinción del mundo, hay fuegos que superan cualquier capacidad”, y la “única forma” de evitarlos es gestionar el paisaje y reducir su inflamabilidad.