Así lo propone WWF en su informe ‘Pastoreo contra incendios’, presentado este martes en una rueda de prensa en Madrid por tres representantes de esta organización ambiental: Enrique Segovia, director de Conservación; Lourdes Hernández, experta en incendios forestales y autora del trabajo, Celsa Peiteado, responsable del Programa de Alimentos.

Segovia indicó que detrás de los “superincendios” están el cambio climático y el abandono rural. “Tenemos que adaptar nuestros paisajes a la realidad que tenemos. O lo gestionamos nosotros o lo va a gestionar el fuego”, sentenció.

La cifra de incendios forestales en España ha disminuido un 37% entre 2002 y 2021, pero Hernández apuntó que ese dato hay que tomarlo “con cautela” porque hay una “siniestralidad muy alta” con más de 10.500 siniestros (conatos e incendios) cada año.

Además, el 55% de los fuegos son intencionados, un porcentaje que ha crecido en los últimos años. Pese a que la superficie quemada ha disminuido un 19% en las dos últimas décadas, la proporción de grandes incendios forestales (que arrasan más de 500 hectáreas) subió más de un 10% en el último decenio respecto al anterior.

“Cada vez hay más riesgo de incendios inapagables por los dispositivos de extinción que están poniendo en peligro la vida de las personas y se están transformando en auténticas emergencias sociales”, subrayó Hernández.

CAUSAS

España cuenta con un dispositivo “muy eficaz” para apagar fuegos, según Hernández, puesto que el 70% de los fuegos se apagan en la fase de conato (menos de una hectárea calcinada), pero “no es suficiente para frenar el avance de los grandes incendios forestales”. Los bomberos tienen problemas para apagar llamas que alcanzan intensidades superiores a los 10.000 kilovatios.

Las principales causas de los incendios forestales son el cambio climático y el abandono del territorio, cuando este problema se aborda del mismo modo que hace unas cuatro décadas, con el 80% de los recursos destinados a extinción.

En este sentido, WWF indica que la ganadería extensiva es una herramienta fundamental para prevenir fuegos, ya que el ganado puede controlar el crecimiento de arbustos y especies herbáceas, y el 70% de la superficie forestal española está formada por terrenos abiertos.

Según Hernández, el pastoreo tiene “muchísimo potencial” y debe estar planificado con la identificación de zonas estratégicas de alto riesgo de incendios y acuerdos entre propietarios y pastores.

Además, el pastoreo necesita ser ordenado con animales como cabras y ovejas, más eficientes y que se adaptan mejor a terrenos complicados, aunque también con caballos y vacas.

Y el pastoreo también debe ser bonificado, ya que los pastores reciben actualmente entre 20 y 140 euros por hectárea, según la comunidad autónoma, una “remuneración absolutamente insuficiente”, según Hernández, cuando las ayudas públicas para desbroce con maquinaria ascienden a entre 700 y 1.000 euros por hectárea, y para retenes contra el fuego se sitúa en torno a unos 1.500 euros.

“REBAÑOS EN EL CAMPO”

Por ello, WWF defiende que se ponga en marcha una Estrategia Estatal de Ganadería Extensiva, para lo cual hace falta “voluntad política” tanto del Ministerio de Agricultura como de las comunidades autónomas, según Peiteado, que añadió: “Necesitamos recuperar los rebaños en el campo”.

Además, WWF apuesta por una Estrategia Estatal de Gestión Integral de Incendios Forestales que invierta en prevención social y ponga la gestión del territorio en primer plano con el fin de promover paisajes más resilientes al fuego.

Una buena práctica es el proyecto ‘Ramats de foc’ (‘Rebaños de fuego’), impulsado por la Fundación Pau Costa, cuyo responsable de proyectos, David Martín, explicó que se inició en 2016 en la provincia de Girona e implica a varios actores para aprovechamiento de la ganadería extensiva como herramienta de gestión del paisaje e incorpora como valor añadido un sello de calidad para productos lácteos y cárnicos derivados de los rebaños.

Así, el proyecto involucra a bomberos, ganaderos, ingenieros forestales, carniceros, restaurantes y consumidores con la identificación áreas estratégicas de gestión, el pastoreo, la certificación, el etiquetaje y la venta de productos de ganadería extensiva.