Lo hizo en un acto de mujeres y temática feminista en Bilbao que sirvió de precelebración del 8-M y también de precampaña de las elecciones vascas para apoyar a la candidata de Sumar a la Lehendakaritza, Alba García. Díaz calificó la demanda divulgada hoy por Sumar de que el derecho al aborto se incluya en la Constitución como “un paso que parece pequeño pero es gigante” por “preservar la libertad de las mujeres de ser madres” o no, y opuso este concepto de libertad al de Ayuso, que, al no apoyar la idea, “les ha dicho a las mujeres que no”.

Según ella, la de Ayuso es “la libertad de la extrema derecha”, que “sólo mira a un lado de la barra” cuando apuesta por mantener los restaurantes abiertos de madrugada, “la libertad del poder del dinero”. Frente a esa acepción, Díaz postuló “la libertad republicana, la que tiene que ver con la vida de la gente, la que gana derechos”.

Antes, Díaz profesó su apuesta por la “plurinacionalidad” de España, homenajeó a las mujeres de anteriores generaciones y presentó como “la mejor política feminista” las laborales de su Ministerio de Trabajo que han llevado a “los niveles de desigualdad más bajos” en los últimos 10 años y a que se reduzca, según sus datos, en 25 puntos, la brecha de género en los salarios. También su plan de reducir la jornada laboral, que a su juicio está creada con una ”mirada masculina” que sacaba a los hombres de los cuidados, los afectos y el tiempo de vida.

Díaz recordó que Sumar ya sometió esta propuesta a votación en el Congreso de los Diputados y que ni siquiera el PP se situó en contra, y prometió que esta legislatura “será feminista” porque pondrá la reducción de jornada y los cuidados en el centro. Eso sí, pidió “ayuda” a la sociedad “porque las resistencias son muchas” y la mesa de diálogo “es compleja”, pues en primer lugar está planteando el control horario de la jornada.

Como otras veces, reivindicó un “feminismo del 99%” afirmando que no le “preocupan los techos de cristal” sino las mujeres a las que la vida “no les da para más” y sufren “pobreza de tiempo”. “No queremos esa sociedad de mujeres agotadas”, rechazó, señalando que “la violencia económica también es machismo”.

Luego, anunció a los empleados públicos vascos que Sumar luchará por acabar con la temporalidad y prometió una red pública de cuidados frente a la privatización de los servicios que detecta en el País Vasco, así como su empeño en ampliar los permisos de la Ley de Familias a 20 semanas pero con cuatro retribuidas.

CANDIDATA Y RESTO DE INTERVINIENTES

Cerró el acto, en castellano y euskera, la propia Alba García, quien denunció “el mito” neoliberal y capitalista de la persona independiente que no precisa de nadie, y acusó al PNV de no escuchar al feminismo y de instituir un sistema de residencias donde los “fondos buitre” se “están haciendo de oro al cuidar a nuestros mayores”.

“Ya vale de mercantilizarlo todo”, proclamó, defendiendo un sistema público de cuidados y sin "esa mirada asistencialista en la que los servicios sociales son caridad, son un favor”, en lugar de entenderse como derechos. Finalmente, criticó la otra “privatización de los cuidados”: que se encarguen de ellos “mujeres estafadas” que “salieron a trabajar fuera pero nunca dejaron de trabajar dentro”.

Antes que Yolanda Díaz, la portavoz adjunta del grupo parlamentario de Sumar en el Congreso de los Diputados, Aina Vidal, dijo que en el País Vasco los jóvenes están hartos de que nada cambie y que “Euskadi necesita un proyecto como Sumar”, que defienda lo público y el derecho a la vivienda, aunque el PSE o EH Bildu se alíen con el PNV. Además, aseguró que “el feminismo y el laborismo se dan la mano”, por ejemplo al dar derechos a las trabajadoras del hogar. Y la secretaria de Estado de Derechos Sociales, la vasca Rosa Martínez, anunció que Sumar abanderará los derechos y “lo público” en las elecciones autonómicas de abril, porque con lo privado los servicios se convierten en “mercancía”, genera “desigualdad” y hace recaer los cuidados en las mujeres.

La portavoz de Feminismos y Lgtbiq+ de Sumar, Elisabeth Duval, abogó por un feminismo con disensos pero sin odio, que incluya al colectivo Lgtbi, advirtió de que “no habrá feminismo si no es inclusivo con las personas trans” como es ella misma, y señaló que es el momento de “hacer realidad” el ‘se acabó’ popularizado por la selección de fútbol femenina. Pos su parte, la eurodiputada María Eugenia Rodríguez Palop reivindicó la alegría y fomentar “una política de cuidados”, que disuelva la diferencia entre seres autónomos y dependientes y asuma que todos somos de esta segunda categoría.

Lorena Vicioso, de IU y una de las integrantes de las candidaturas de Sumar a las elecciones vascas, fue la primera en intervenir y defendió la importancia de lo cotidiano y los “espacios no politizados”, que es “donde está la disputa ideológica” y donde las mujeres han ejercido históricamente su lucha. También reivindicó a la ex secretaria general del PCE Dolores Ibarruri, nacida en el País Vasco, por negarse a ser sólo esposa y madre.