Díaz puso fin al acto de cierre de campaña de Sumar en el Hotel Palacio del Carmen de Santiago de Compostela ante unos 100 espectadores; un acto de mayor glorificación personal de Marta Lois que ninguno de los anteriores. Todos los intervinientes la alabaron y el público asistente prorrumpió varias veces en gritos de “¡Marta Lois, Marta Lois!, que emocionaron a la aludida.

Por lo demás, la vicepresidenta reiteró que “no hay cambio político en Galicia si no entra Sumar” y, apelando al precedente de las generales de julio, desdeñó las encuestas que, entonces como ahora, auguraban una mayoría absoluta del PP. Aseguró que “todo está abierto” y se puede “cerrar una etapa negra de la historia de Galicia”, con una región “menguante” en población y empleo, y “abrir las ventanas a la esperanza”. Una vez más, rechazó el “relato oficial” de que los gallegos son conservadores, dado que en las generales y municipales votan “progresismo”.

A los centenares de miles de personas que no saben a quién votar, les aconsejó “votar bien” atendiendo a que los escaños que Sumar supuestamente se está disputando con el PP en A Coruña y Pontevedra son los que decantarán o no el cambio de gobierno. Según interpretó, de momento esos escaños “son de Sumar”, y de ahí que el PP haya empezado a atacarla a ella en la campaña, porque “con dos", el BNG y el PSdeG, "no llega” para ello.

Díaz prometió que Sumar será “la fuerza de equilibrio” en el futuro Gobierno gallego, y en particular pidió el voto a las mujeres gallegas, puesto que, aseguró, fueron las mujeres las que en las elecciones generales derrotaron a la derecha.

Alabó a Lois como “una buena persona” (antes ya la habían descrito así el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau), como una politóloga brillante y como una gran feminista.

CULPA DE FEIJÓO

Cuando Díaz pasó a hablar del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y le aplicó su propia frase de que la mentira no cabe en la cosa pública, se desprendió y cayó uno de los cuatro paneles de cartón del escenario, a lo que el auditorio reaccionó divertido culpando del incidente al propio Feijóo.

También le admitió la comparación que hizo el líder del PP de estos comicios como “la segunda vuelta” de las generales, sólo que para demandar que se derrote “por segunda vez” a los populares. Y, leyendo un poema, remató con un grito de “¡Viva Palestina libre!” muy celebrado y repetido por los asistentes.

Antes, Urtasun también había comenzado mandando “un caluroso mensaje al pueblo de Palestina”, unas palabras saludadas con aplausos y coros unánimes de “Palestina vencerá” entre sus asistentes. Aseguró que, después de ir empujando al PSOE a dar pasos, “desde Sumar no vamos a parar hasta que logremos un alto el fuego”.

Ya en clave estrictamente electoral, se declaró convencido de que habrá cambio de gobierno y se protegerá la cultura gallega, frente al actual presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que, según él, dijo en 2009, cuando gobernaban el PSdeG y el BNG, que el gallego era “una imposición”.

Como en mítines anteriores, diagnosticó que la campaña está cambiando por “las mentiras del PP” y la supuesta mejora de Sumar, cuyos escaños “van a ser restados automáticamente al PP” en A Coruña y Pontevedra. También reiteró que en España “el alma de los gobiernos progresistas lo pone Sumar” y sólo su presencia en el gallego garantizará un Gobierno “valiente”.

Previamente a Urtasun, Colau lanzó un guiño a los gallegos al afirmar que Barcelona es una ciudad maravillosa también gracias a los gallegos que emigraron allí, hasta el punto de que se celebra San Froilán como una fiesta propia. Apeló a las políticas de los ministros de Sumar y de ahí que la entrada de esta formación en la Xunta sea “garantía” de que se aplican las medidas prometidas, en particular en vivienda, donde el PSOE tiende a “la especulación”.