El 18 de abril de ese año, arranque oficial de la campaña, el que era candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, se vio arropado en un acto en el barrio de Lavapiés por las dos mujeres a las que había designado como sucesoras suyas en el Gobierno: Díaz como vicepresidenta segunda y Belarra como ministra de Derechos Sociales.

Dos meses después, Belarra fue elegida secretaria general de Podemos y Díaz, que no asistió a esa Asamblea Ciudadana Estatal del partido, comenzó a alejarse de la formación para tratar de construir un proyecto nuevo no adscrito a las formaciones políticas existentes.

El proceso ha terminado con un acuerdo de coalición para las próximas elecciones generales en el que Podemos ha entrado, pero con protestas por la exclusión de las listas de su secretaria de Acción de Gobierno y ministra de Igualdad, Irene Montero.

Podemos ha asumido que en esta campaña le toca desempeñar un papel “modesto” pero poniéndose a las órdenes del equipo de Sumar. Y fruto de esa obediencia es el acto de este lunes, en el que Belarra, pamplonesa de nacimiento, apoyará a la candidata de Sumar por Navarra, que es su compañera de partido Idoia Villanueva, eurodiputada y secretaria de Internacional de la formación. Las tres darán un paseo desde el Monumento a los Fueros al Rincón del Caballo Blanco a las 11 y celebrarán su acto con militantes a partir de las 11.15.

La líder de Podemos, hasta la fecha, ha intervenido en dos actos de campaña para arropar a otros dos compañeros de partido que encabezan listas de Sumar: Javier Sánchez Serna por Murcia y Noemí Santana por Gran Canaria. En el primero de ellos pidió el voto para “la coalición de Podemos y Sumar”, aunque para que Sumar, a secas, sea fuerte en el próximo Gobierno de coalición.

Hay expectación por cuál será el tono y el contenido de la intervención de Belarra, en particular cómo y con qué grado de entusiasmo se referirá a Díaz, después de los desencuentros con Podemos y el rechazo de parte de los militantes del partido a votar a Sumar por considerar a la vicepresidenta una traidora por su trato al partido.

Incluso, hay militantes que han expresado su voluntad de meter en la urna una papeleta con el nombre de Montero, lo que depararía un voto nulo. En Gran Canaria, este sábado, la delegada contra la Violencia de Género a propuesta de la propia ministra de Igualdad, Vicky Rosell, hizo frente explícitamente a esta eventualidad instando a los votantes de Podemos a no emitir un voto nulo para no favorecer a la derecha.