En un mitin en el Palacio da Opera de A Coruña que comenzó con más de media hora de retraso por su propia demora, Díaz comenzó pidiendo que los votantes que tengan dudas hagan lo mismo que en las elecciones generales del 23 de julio, porque eso bastará para desmentir al 79% de gallegos que, según el CIS, creen que no es posible arrebatar la Xunta al PP.

“No es verdad que seamos conservadores. Ellos ganan porque en las elecciones autonómicas las gentes progresistas no van a votar”, observó, añadiendo, como tantas otras veces, que sólo con el BNG y el PSdeG no da para desbancar al PP. Al final retomó el estribillo: “Es clave que Sumar tenga fuerza, Si Marta entra con fuerza, Rueda cae; si no entramos con fuerza, la mayoría absoluta del PP sigue estando estable”.

En cuanto al contenido, abanderó la política útil y la fuerza del laborismo, y en particular la subida del salario mínimo, de la cual, aunque el PSOE presuma de ella, aseguró que “por ellos no tendríamos este salario mínimo interprofesional”. También prometió rebajar la jornada laboral sin reducir salarios y hacerlo “también en la Xunta de Galicia”, cerrando el círculo de otro gallego, el fundador del PSOE, Pablo Iglesias Posse, cuya primera manifestación fue en defensa de la jornada de ocho horas.

Reivindicó igualmente le prohibición de reducir a trabajadores temporales la jornada para reducir también el salario, asegurando que le había costado un año y una semana de discusión en el Gobierno. “No todos quieren hacer lo mismo. Pido el voto a Sumar. Ellos no lo van a hacer. La garantía es Marta Lois”, reclamó pidiendo el voto para su candidata a la Presidencia de la Xunta.

Al final de su discurso, Díaz postuló que “la política son emociones, no pasiones tristes”, y pidió a sus simpatizantes que crean que pueden ganar, atestiguando que el Papa Francisco le dijo que “la esperanza nunca defrauda”. Ella aseguró que la tiene “más intacta que nunca”, y por eso, tras “derrotar a Feijóo en primera vuelta” el 23 de julio, llamó a hacerlo por segunda vez el domingo 18, arengando con el lema recurrente de que “cuanto más Sumar, menos PP”.

MARTA LOIS

Al comienzo del acto, la propia Lois se declaró convencida de que el domingo 18 habrá “un vuelco, un cambio histórico”, y aseguró que un experto demoscópico le dijo que quedaba muy poco para ese vuelco y que con el BNG y el PSdeG solos no llega para ello y que cada escaño que gana Sumar lo pierde el PP.

En realidad, como después demostraría Díaz, es un mensaje que viene repitiendo esta formación desde que comenzó la precampaña; es decir, que votarla a ella “no fragmenta” sino que “amplía” el voto progresista. También una vez más, apeló a los votos que se emitieron en Galicia en las elecciones generales, más para partidos progresistas que para el PP.

Lois aseguró que Sumar quiere ir más lejos en servicios públicos que otros partidos de izquierdas. En concreto, recordó su apuesta por un metro ligero en La Coruña y Vigo en lugar de ampliar la capacidad de las carreteras y por crear un sistema gallego de cuidados para conciliar y para corresponsabilizar a hombres y mujeres.

Finalmente, en materia de vivienda, la candidata se Sumar se comprometió a hacer de Galicia la segunda comunidad autónoma, tras Cataluña, que ponga tope al precio del alquiler, y también a limitar el número de pisos de uso turístico, tema este último en el que aseguró que otros partidos progresistas se ponen de perfil.