En el acto que celebró su plataforma en Pamplona. Díaz comenzó citando al cineasta navarro Montxo Armendáriz como lección de que, para “construir este movimiento ciudadano”, se haga “con todo el mundo dentro, no sobra nadie”, y “con paciencia, con calma, con lentitud”.

“Sumar es un movimiento ciudadano que quiere levantar un proceso de país para la próxima década, para el siglo XXI”, insistió, enumerando como otras veces los “cuatro grandes proyectos” que ha habido en la democracia: el de Adolfo Suárez, el de Felipe González (“no digo que lo avale”, puntualizó, frente a la insinuación del entorno de Podemos de que le idolatra), el de José María Aznar y el de José Luis Rodríguez Zapatero.

“Ahora toca que desde Sumar levantemos un proyecto de país a varias manos”, reiteró, añadiendo que para ello “necesitamos todas las inteligencias, todas las manos y todos los afectos”. Y luego llamó a que “nos pensemos en plural, lo hagamos a la ofensiva y demos salida a los problemas de nuestro país con normas que miren al futuro”.

Sumar, repitió, es “un movimiento ciudadano, no es nadie desde arriba que nos diga lo que tenemos que hacer”, y “va de hacer feliz a la gente, de hablarle a la gente” y prometer lo que se puede cumplir, “no para dar titulares” sino “para cambiar la vida de la gente”. Precisamente lo que Iglesias ridiculizó el sábado y el domingo considerando que limitarse a “las cosas del comer” es lo que hace una izquierda “domesticada” y aceptable por el sistema, frente a Podemos, que cuestiona a los poderes económico, mediático y judicial.

Lejos del planteamiento de la Universidad de Otoño de Podemos, Díaz también se declaró harta “de la pequeña política que no hace más que ruido, que enfrenta, que nos dispersa, que no hace más que hacernos escuchar barbaridades”, pero en seguida acotó que se refería a las del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. “Esto es mala política, esto es pequeña política”, rechazó.

"COMPLEMENTO DE NADIE"

Por el contrario, ella se propuso “hacer de la política algo grande, que nos haga soñar”, pero precisó que “va de afectos, no va de gritar mucho”, porque “hacemos ruido, nos escuchamos poco”. “Sumar no es el complemento de nadie, piensa un país en grande”, proclamó, afirmando que no se conforma con ganar a la derecha porque “eso es el bipartidismo”, con dos partidos que “se alternan en el poder y se pelean mucho aparentemente, pero no cambia nada”.

En esta línea, postuló que, si se han cambiado las normas laborales, se ha subido el SMI y se ha creado un impuesto a las grandes fortunas es porque “al Consejo de Ministros han llegado personas que no levantan la mano para representar intereses de los poderosos” sino que “sabemos muy bien a quién defendemos”.

Con esta primera persona del plural, Díaz pareció representar a todo Unidas Podemos, y de hecho en seguida dijo que “en Sumar cabe todo el mundo, pueden estar personas que proceden de distintas realidades partidarias, de distintos sindicatos, de distintas organizaciones profesionales”.

En el coloquio posterior, incidió en que ella no entiende “la política de manera confrontativa” porque “no va de vender al que tienes enfrente”, y se conjuró para “resolver los problemas de la ciudadanía, cada uno en sus competencias”, pues esto es, a su juicio, “la política con mayúsculas”.

Justo al final de su intervención inicial, prometió: “Si vosotros y vosotras queréis sumar, si hacéis lo que ya estáis haciendo, Sumar es ya imparable; sois vosotros y vosotras, sois imparables, no hay marcha atrás. Vamos a continuar, a seguir sumando. Si vosotros queréis sumar, yo, sí, voy a dar un paso adelante. De manera colectiva, de manera feminista, sí, vamos a sumar para hacer un país mejor, un país a favor, y lo vamos a hacer colectivamente, en común, desde abajo”.

Preguntada expresamente sobre si será candidata a las elecciones generales por varios de los asistentes, Díaz respondió de forma similar en el coloquio posterior: “Sumar es imparable, no hay marcha atrás. Vosotros y vosotras, no yo, sois imparables. Colectivamente vamos a decidir lo que queramos hacer en el futuro. No voy a tomar esta decisión sola, no creo en esta forma de hacer las cosas, no cero en decisiones desde arriba. Pero si vosotras queréis, como dije el 8 de julio, yo estoy dispuesta”.