De esta forma respondió el presidente a las intervenciones de los potavoces parlamentarios en el Debate sobre el Estado de las Autonomías, específicamente al de Entesa Catalana i de Progrés y al de CiU.

El debate sobre el Estatuto catalán, aseguró, "culminará en una historia feliz para el autogobierno y para la estabilidad de nuestro país".

La mayor garantía para ello, señalada por el presidente, es que el diálogo se produce "entre demócratas de toda la vida y entre fundadores del pacto constitucional".

Rodríguez Zapatero respondió a los demás grupos parlamentarios después de centrarse en el PP, partido al que dejó fuera de ese grupo de "fundadores del consenso constitucional".

Al portavoz de CiU, Pere Macias, que condicionó expresamente el respaldo al Estatuto al respeto por el contenido sobre financiación autonómica, Rodríguez Zapatero le respondió reiterando su convicción de acuerdo.

"Llegaremos a un acuerdo", sentenció. "Debemos llegar. Sería insólito que no llegáramos, porque si llegaron ustedes a un acuerdo con el Gobierno del señor Aznar en 1996, ¿cómo no van a llegar con este presidente y con este Gobierno?".

Al PNV, que había centrado su intervención en denunciar el rechazo al "plan Ibarretxe" en contra del criterio utilizado con la reforma estatutaria catalana, le reiteró las diferencias existentes, en su opinión, entre ambos proyectos.

Insistió en que un 51% de respaldo, el que tenía el "plan Ibarretxe, no es un amplio consenso sino "una mayoría bastante ajustada". Además, su fundamento no era la Constitución, a la que no se vinculaba el proyecto.

Pese a dar estos argumentos, Rodríguez Zapatero se dirigió directamente a la portavoz del PNV para dejar claro que el lehendakari "debería haber estado" en el debate "para defender democráticamente su posición", como hizo en el Congreso de los Diputados.

"Me hubiera gustado", añadió, "porque demostró que es un buen parlamentario" y porque debe saber que, desde el Gobierno central, "siempre será escuchado y respetado" con voluntad de encontrar puntos de entendimiento.

Rodríguez Zapatero se mostró dispuesto a dialogar con Coalición Canaria sobre su demanda de crear en las Islas una policía autonómica. Más escéptico se reconoció ante las demandas sobre las aguas interiores, aunque también en ello ofreció diálogo.

Lo mismo dijo al portavoz del Partido Aragonés Regionalista sobre el reconocimiento de la deuda estatal con esta comunidad, aunque admitió que "no será fácil interpretar de forma compartida" la dimensión de la misma.