Así lo afirmó Zapatero en Los Desayunos de El Ateneo en Madrid, donde señaló que no cree que el fallecimiento de Juan Carlos I "sea un problema de Estado" asegurando que, "a veces, magnificamos mucho las cosas y hay que tener el equilibrio suficiente para no renegar de la historia".

El expresidente insistió varias veces en que el Emérito "debería estar apoyando a su ijo incondicionalmente y a la democracia española" y agregó que "sería malo para el país negar la tarea que hizo, incluso a pesar de lo que dice de Franco". Aquí contó una anécdota señalando que no le extraña lo que dice de Francisco Franco porque "en más de una conversación me contó anécdotas de sus vivencia con Franco interesantes que me guardo".

Zapatero añadió que cuando se estaba tramitando la Ley de Memoria Histórica "le notaba incómodo en los despachos que manteníamos y le explica que no tenía por qué preocuparse, a lo que Juan Carlos me contestó: ¿Sabes quien me puso a mí?". Zapatero destacó entre risas que "todos le conocemos y sabemos cómo es él y es muy sincero, aunque no nos guste la sinceridad expresada", remarcó.