Al acto asistieron el casi centenar de deportistas españoles que acudirán a la cita de la capital china, así como la ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, y el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco.

Durante el acto, el presidente del Ejecutivo recordó las "alegrías" que ha cosechado últimamente el deporte español "en todas las disciplinas", y afirmó tener "grandes expectativas" de que, en Pekín, "vamos a demostrar que España está en la edad de oro del del deporte".

"Gracias de corazón a los deportistas, técnicos, federaciones y al Comité Olímpico. Es un tiempo para transmitiros todo el ánimo: por fin tenemos tantas victorias en todas las disciplinas. Llenáis de orgullo a todos los españoles", subrayó Zapatero.

Además, dijo tener "la seguridad" de que los deportistas "no van a olvidar lo que significa el deporte y, especialmente, el olímpico": "entrega, esfuerzo, convicción, deportividad, convivencia y un llamamiento a la paz".

Recordó que España es hoy "admirada en el mundo del deporte", por lo que "quizás estos sean los Juegos en los que más tenemos que demostrar".

"Os deseo suerte y ánimo, que compitáis como españoles, con toda la deportividad y entrega. Tened la seguridad de que sois los mejores entre los mejores, de que lo podéis demostrar y de que la mayoría de los españoles estarán pendientes de la televisión con la convicción de que váis a cosechar grandes éxitos. Ánimo, y a sudar la camiseta", concluyó el presidente, antes de que se le hiciera entrega de una camiseta con los colores de España para animar a la delegación.

PÉSAME Y AGRADECIMIENTOS

En nombre de la familia olímpica, el gimnasta Gervasio Defer agradeció el "apoyo" del presidente del Gobierno al deporte español, y le transmistió "su más sincero pésame" por la muerte el pasado viernes de Juana Díaz, madre de su mujer, Sonsoles Espinosa.

"Quiero que todo el mundo sepa que vamos a hacer un gran esfuerzo. Hemos trabajado mucho y esperamos buenos resultados", añadió el deportista.

En el acto, reconoció su "pena" por no haber podido ser finalmente el abanderado español en los Juegos por "incompatibilidades horarias". "Me pareció un error arriesgar la competición de todo mi equipo sólo por ser yo el abanderado", remarcó.

Entre los representantes de la familia olímpica que acudió hoy al Palacio de la Moncloa destacan los presidentes de las selecciones de baloncesto, bádminton, balonmano, yudo y halterofilia, y deportistas como Manuel Carballo, el equipo de gimnasia rítmica y el de hockey femenino.

El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, encabezó la delegación del Consejo Superior de Deportes.