En un discurso de 22 folios con el que abrió el Debate sobre el Estado de la Nación, de contenido eminentemente económico, Zapatero tan sólo hizo una breve mención a ETA al final del mismo, porque no quería terminar, dijo, sin referirse "al problema que más ha angustiado a la sociedad española desde la transición".

Desde el "recuerdo emocionado" a las víctimas, la sociedad española, argumentó, se ha ganado "el derecho al fin de la violencia, a la paz y a la esperanza de convivir juntos tan solo sometidos a los mandatos de la libertad y la ley".

Zapatero, que comparecerá en próximas semanas ante el Congreso con el fin de solicitar autorización para dialogar con ETA, afirmó que reafirma su "determinación de trabajar para el fin de la violencia, para el fin de ETA".

"Confío en que pueda ser una tarea de todos, porque todos lo merecemos. Confío en que todos actuemos con generosidad, porque a todos nos lo demandan los españoles. Por mi parte, comprometo nuevamente mi disposición al máximo diálogo para recorrer el camino de la paz", concluyó.