Rodríguez Zapatero ha realizado esta reflexión en el Senado, durante la presentación del libro de Mario Onaindía "La Construcción de la Nación Española", en la que también han tomado parte el propio Onaindía, la presidenta del Senado, Esperanza Aguirre, y la historiadora Carmen Iglesias.

El líder socialista ha aclarado que el patrotismo constitucional, "republicano en el sentido de cívico", no es más que una forma de reinvindicar la libertad, a la ue ha sido tan ajena la historia de la derecha española. "Un lugar", ha dicho, "donde las leyes tienen más fuerza que los hombres" y las tradiciones.

A su juicio, el Gobierno de España está haciendo que resurga la vieja dicotomía entre los que creían en el gobierno de todos los hombres, representados por los ilustrados, y quienes se amparaban en la tradición para gobernar en exclusiva, en alusión a una supuesta pelea del PP contra todos.

"Piensan que la política hay que dejársela a ellos y los deás a otras cuestiones", explicó. "Es el rancio nacionalismo que tanto daño hizo a nuestra patria de las libertades (...) No deja de ser curioso que algún nacionalismo vasco y alguno pretendidamente español compartan esa visión".

Frente a eso, el dirigente socialista se ha mostrado convencido de que la única España viable" es aquélla en la que "quepamos todos, incluidas nuestras diferencias". "La diversidad de España", añadió, "no es un problema, es su ser. Y quien no lo entienda estará combatiendo la ealidad".

Frente a eso, Zapatero ha reivindicado un "republicanismo" como el de Gaspar Melchor de Jovellanos o el conde de Aranda, citados profusamente por el autor, que no pone en cuestión la monarquía, y ha dicho que la izquierda en España siempre ha sido la adelantada en materia política y social.

A este respecto, dijo que la política económica de los gobiernos de Felipe González en los años 80 "no tienen nada que envidiar a la tercera vía ideada por (Anthony) Giddens".

Y a Mario Onaindía ex senador, le dijo: "has demostrado ser un humanista ilustrado, que es la mejor forma de ser un buen patriota y un buen republicano al servicio de España".

Por su parte, el autor ha señalado que ahora ya nadie cuestiona que existe una nacionalidad vasca, como la hay catalana y que lo que está en discusión es cómo imbricar esas realidades en la nación española.

En tono de broma y en presencia de Fernando Savater, Onaindía ha señalado que el problema es, como dice aquél, que los nacionalistas se omportan como "los hunos, con h" y los constitucionalistas como "los otros, de Alejandro Amenábar".

"Tenemos que salir del armario", añadió, "para legitimar más las posiciones de aquéllos que se dejan la vida cada día en Euskadi por una Constitución y un Estatuto que garantizan la libertad y no la simple adhesión a una comunidad étnica".