Zedillo ha recordado que las entregas de etarras a España se remontan a 1995, un año antes de la llegada del PP al poder, y cuando el entonces Gobierno socialista manifestó su malesar por la colonia etarra residente en el país azteca.

El presidente mejicano ha asegurado que esa colaboración seguirá y ha matizado que la colonia vasca que reside legalmente en aquel país no tiene nada que temer. Los entregados en los últimos meses lo son porque estaban ilegalmente en Méjico y se les aplicó la "expulsión" que prevé la Ley de Población de ese país.

"Méjico", ha dicho, "tiene una tradición (de asilo) que enorgullece a los mejicanos (...) los mejicanos estamos profundamente orgullsos de la comunidad vasca en nuestro país".

No obstante, Ernesto Zedillo ha advertido que su país tiene "el más firme e inalterable" compromiso moral contra el terrorismo, que ha calificado de "crimen contra todos los hombres y, por tanto, contra los mejicanos. En este sentido, ha advertido a los miembros de ETA que se encuentren en situación ilegal en aquel país que la ley le faculta para expulsarles directamente, sin intervención judicial, y no dudará en utilizarlo si hay pruebas en España de su impicación en actos delictivos.

Por su parte, José María Aznar ha calificado de "impecable" esta actitud del país azteca y ha insistido en que el Estado de Derecho no puede ser puesto en cuestión, en que no cederá ante quienes quieren un precio político por la paz y ha criticado al presidente del PNV, Xabier Arzallus, por cuestionar la oportunidad de las detenciones del 'aparato' internacional de ETA.

"Algunos tienen un concepto bastante pintoresco y singular" del funcionamiento del Estado de Derech, ha dicho el presidente español en presencia de Zedillo.

Aznar ha agradecido a Zedillo la colaboración de ese país en la lucha contra ETA. El Gobierno español "no olvidará" ese actitud de compromiso "en un momento en que los españoles tenemos que estar vigilantes para que los designios de ningún grupo terrorista puedan prevalecer (sobre la mayoría)".