Villacís confesó que ante el primer día del cierre navideño de Gran Vía se halla con “máxima expectación, a ver cómo funciona el experimento”, y reflexionó que, precisamente, “el problema es que es un experimento que no viene avalado por ningún estudio técnico” ni de impacto, como cree que debería haberse hecho con el cierre de una arteria tan importante.

La portavoz de Cs dijo que le preocupa lo que el cierre provoque en las calles aledañas y que los coches vayan a tener que hacer más kilómetros y contaminar más al rodear Gran Vía, y subrayó que el que el tráfico por esta calle se reduzca de 50.000 a 10.000 vehículos diarios “no significa que los otros 40.000 vayan a desaparecer”.

Villacís recordó que, en las Navidades pasadas, una semana después del cierre se tuvo que aplicar el Protocolo de Episodios de Alta Contaminación, y comentó que “un ayuntamiento serio ha de prever las consecuencias y para que no se trabaje desde la improvisación sino desde la planificación”.