La portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, se reunió en el Congreso de los Diputados con la Plataforma de Auxiliares de Ayuda a Domicilio, para hacer visible una labor "invisibilizada" pero que, "si para, se para el mundo", porque esos cuidados son esenciales para la marcha de la economía.

Son en su mayoría mujeres, explicó Montero, que tienen "las espaldas y las manos destrozadas de sostener el mundo" y cuyas condiciones laborales se están precarizando "hasta más no poder" porque grandes empresas procedentes de la construcción y de la limpieza viaria han entrado en el sector "como elefante en cacharrería" para hacer más difícil una labor ya de por sí compleja y delicada.

Carmen, una de esas auxiliares, explicó que el servicio se presta desde hace más de treinta años y siempre se han sentido "ninguneadas, menospreciadas, invisibilizadas", hasta que han reunido el coraje necesario para "salir y decir que estamos hartas" de tener el cuerpo lleno de cicatrices y de vivir con dolor para prestar un servicio que pierde calidad a marchas forzadas.

Explicó que atienden a mayores, a personas en situación de dependencia o a niños de familias desestructuradas, y "nos lanzan sin ningún protocolo a actuar como veas, te encuentres lo que te encuentres" al llegar al domicilio, teniendo que superar barreras arquitectónicas contando solo con su propio cuerpo y sin la ayuda que hay en centros especializados o en hospitales.

Reclaman que ese servicio sea "público y de calidad" para que la gente pueda vivir y morir en su casa, rodeado de los suyos sin que les "racaneen" recursos, y que su gestión sea devuelta a los municipios porque en la derivación a las diputaciones ven el primer paso para la privatización.

"Rajoy está quitándonos todo el bienestar social en este país y hay que salir a la calle a decirlo, a lucharlo, por nosotros, por nuestros mayores y por nuestros jóvenes", proclamó Carmen, convencida de que para las empresas que prestan ese servicio tanto los trabajadores como los pacientes son meros números.

Mónica, otra auxiliar, explicó que dentro de la disparidad del sector hay trabajadoras que apenas cobran dos euros por hora y a veces tienen que estar disponibles las 24 horas del día sin una remuneración acorde a esa exigencia.