El elefante llegó a Borneo hace más de 11.000 años desde otras islas

- El nivel del mar era entonces bajo y había un puente terrestre entre las islas de la Sonda

MADRID
SERVIMEDIA

El elefante de Borneo, que es el más pequeño de las cuatro subespecies de elefante asiático, llegó a esa isla hace entre 11.400 y 18.300 años, en un momento en que el archipiélago de la Sonda estaba interconectado con un puente terrestre debido a los bajos niveles del mar.

Así lo señala un equipo internacional de siete investigadores en un estudio publicado en la revista ‘Scientific Reports’, con el que intentan arrojar luz al origen misterioso del elefante de Borneo (‘Elephas maximus borneensis’), que habita en esta isla del sudeste asiático.

Hasta hace poco había dos teorías opuestas para explicar el origen de los elefantes de Borneo: que podrían haber sido introducidos recientemente por seres humanos, tal vez hace unos 300 años, o que se separaron de los elefantes asiáticos hace mucho tiempo.

De hecho, hay registros históricos del siglo XVII que informan que los sultanes vecinos ofrecieron elefantes como obsequio al sultán de Borneo, por lo que los actuales serán elefantes no nativos que se volvieron salvajes.

Por otro lado, un estudio genético mostró hace unos 15 años que el adn de los elefantes de Borneo era muy diferente al de otros elefantes asiáticos, lo que sugiere que ocurrió una separación hace unos 300.000 años. Sin embargo, aún no se han descubierto fósiles de elefantes de Borneo, pese a que se han encontrado de otros grandes mamíferos en la isla, como los orangutanes.

Para arrojar luz sobre este misterio, un equipo de investigación dirigido por Lounés Chikhi, del Instituto Gulbenkian de Ciencia (Portugal) y la Universidad Paul Sabatier (Francia), y Benoit Goossens, de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) y el Departamento de Vida Silvestre de Sabah (noreste de la isla de Borneo), utilizaron datos genéticos y modelos informáticos para estudiar la historia demográfica de estos paquidermos.

Suele ser muy difícil rastrear la historia demográfica antigua de los animales, más aún cuando no hay registros fósiles para guiar el trabajo. “Lo que hicimos fue crear modelos computacionales para diferentes escenarios que podrían haber sucedido. Luego comparamos los resultados de esos modelos con los datos genéticos existentes y utilizamos técnicas estadísticas para identificar el escenario que mejor explicaba la actual diversidad genética de la población de elefantes en Borneo”, explica Chikhi.

Reeta Sharma, investigadora del Instituto Gulbenkian de Ciencia y primera coautora del trabajo, indica que “el escenario más probable es que haya ocurrido una colonización natural de Borneo hace alrededor de 11.400 a 18.300 años”.

“Este periodo corresponde a una época en que los niveles del mar eran muy bajos y los elefantes podían migrar entre las islas de Sonda, un archipiélago del sureste de Asia al que pertenece Borneo. No podemos excluir escenarios más complejos, pero una introducción humana histórica parece muy improbable, al igual que una llegada muy antigua", agrega.

EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

El elefante de Borneo cuenta actualmente con menos de 2.000 individuos y está clasificado en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Vive en un ambiente cada vez más fragmentado y regularmente se conocen casos de ejemplares envenenados o muertos, con lo que su futuro es sombrío.

"Su distribución geográfica muy limitada y la diversidad genética reducida comprometen el futuro de la población. Entender sus orígenes y la demografía del pasado será útil para el desarrollo de una estrategia de conservación a largo plazo, especialmente en el momento en que nosotros, el Departamento de Vida Salvaje de Sabah, y nuestros socios redactemos un nuevo plan de acción estatal de 10 años para el elefante de Borneo", subraya Goossens.

Este investigador recalca que, a la luz de los recientes asesinatos de elefantes en Sabah por el comercio de marfil y por conflictos, los habitantes de este estado de Malasia deben darse cuenta de que “el objetivo es su patrimonio natural”, por lo que tienen que “defender su vida salvaje y condenar a aquellos que matan a magníficas criaturas”. “Debemos enorgullecernos de nuestra vida silvestre, los elefantes son parte del patrimonio de Sabah y no podemos permitirnos perder más animales", concluye.

(SERVIMEDIA)
21 Ene 2018
MGR/pai