Corbacho, que dejará su actual cargo en los próximos días para ir en las listas del PSC a las elecciones catalanas del próximo 28 de noviembre, dijo que la reforma laboral que aprobó el Congreso de los Diputados en septiembre se tiene que desarrollar, aunque admitió que tras la huelga general, "el diálogo tiene que ser un buen camino para el futuro".

Añadió que "la reforma aprobada no gusta ni a los sindicatos ni a los empresarios, y por lo tanto hay un punto de centralidad".

Durante su participación en el citado encuentro informativo, organizado en Barcelona por Nueva Economía Fórum, el ministro reclamó a los agentes sociales que lleguen a un acuerdo sobre la negociación colectiva.

"El reto que tenemos ahora el Gobierno y los interlocutores sociales es avanzar en todos aquellos aspectos de la reforma laboral en los que la misma ley manda que se desarrollen, y para ello el mejor camino es el diálogo", insistió.

Corbacho defendió una vez más la reforma laboral frente a destacados representantes del mundo empresarial, social y político catalán presentes en el acto.

DESPIDOS

Aseguró que el despido no es más barato con la reforma laboral. "Las extinciones de contrato mantienen los mismos días de indemnización, es decir, 45, 33 y 20 días, de los cuales la empresa, en caso de despido por causas económicas, sólo asumirá 37, 25 y 12 días, respectivamente", explicó.

En estos casos, añadió, "los ocho días de indemnización restantes los asumirá el Fondo de Garantia Salarial (Fogasa), que está constituido por cotizaciones de los empresarios".

Esta cantidad no procederá en ningún caso de los Presupuestos Generales y, por lo tanto, "no es una subvención al despido, como se ha venido diciendo".

Según Celestino Corbacho, las medidas incluidas en la reforma laboral favorecen a los más de 8.300.000 trabajadores desocupados o con un contrato temporal, sin afectar los derechos de los 11.500.000 empleados con contracto estable.

REFORMA DE LA SEGURIDAD SOCIAL

El ministro de Trabajo también insistió en que será necesario reflexionar sobre la reforma de la Seguridad Social y se mostró una vez más contrario a la fórmula de la jubilación anticipada.

Argumentó que la jubilación anticipada sólo era comprensible en situaciones excepcionales, pero "no se puede universalizar".

La edad oficial de jubilación en España se sitúa en 65 años y la real en 63 y 10 meses de media. "Hace falta seguir trabajando para aproximar la edad de jubilación a la edad legal", señaló Corbacho, quien dejó en manos de los agentes del Pacto de Toledo la decisión de posponer la edad de jubilación de los 65 a los 67 años.