En estas instalaciones estaba previsto que se vieran el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, y el líder de Junts per Catalunya y candidato a presidir la Generalitat, Carles Puigdemont. Finalmente, la reunión entre ambos tuvo lugar en la sede del European Free Alliance, formación política europea que incluye en su seno, entre otros, a ERC.

La orden de cierre de la sede de la Generalitat de Cataluña en Bruselas se dio “para evitar posibles aglomeraciones”, a la vista de una convocatoria que se hizo ayer “desde la delegación sin autorización ni información a la Consejería”.

La aplicación del artículo 155 de la Constitución -aún en vigor- faculta al Gobierno a tomar cualquier decisión en las dependencias de la Generalitat. La oficina del Ejecutivo autonómico fue la única delegación en el exterior que permaneció abierta tras la intervención de la autonomía catalana. No obstante, su delegado, Amadeo Altafaj, fue destituido.

Ante la pretensión de Torrent y Puigdemont de reunirse en la sede de la Generalitat de Cataluña en Bruselas, Exteriores ordenó su cierre “hasta nueva orden”. Estas instalaciones finalmente reabrieron sus puertas a última hora de ayer por la tarde.