Estos beneficios han sido posibles pese a la nueva provisión, en esta ocasión de 1.299 millones de euros, por el avión de transporte militar A400M, que se ensambla en Sevilla.

Los ingresos de Airbus se mantuvieron estables en 66.800 millones de euros (66.600 millones en 2016), con un mayor número de entregas de aviones que quedó contrarrestado por la reducción de los ingresos de unos 2.000 millones de euros debido a cambios en el perímetro de consolidación. El Ebit ajustado se situó en 4.253 millones (frente a 3.955 millones de 2016).

Según Tom Sanders, consejero delegado de Airbus, estos resultados cumplen “con creces” los objetivos marcados para este ejercicio. "Pese a los persistentes problemas con los motores del A320neo, continuamos con el aumento de la cadencia de producción y finalmente entregamos un número récord de aviones”.

En lo que se refiere al A400M, Sanders afirma que “avanzamos en el frente industrial y de capacidad y acordamos establecer una nueva base con los clientes del sector público, lo que reducirá significativamente los riesgos restantes del programa”.

Para 2018, el constructor espera entregar en torno a 800 aviones comerciales, con sujeción a que los fabricantes de motores cumplan sus compromisos, y un Ebit ajustado de alrededor del 20%.