El concejal socialista Chema Dávila y la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, coincidieron en la idoneidad de la propuesta, mientras que, desde el PP, Inmaculada Sanz Otero la calificó de “la absoluta nada con gaseosa” y, desde Ciudadanos, Sergio Brabezo señaló que hay iniciativas más importantes contra la contaminación y que son de competencia municipal.

Estos dos últimos ediles coincidieron en que el coste no puede ser nulo, por lo que repercutirá en los ciudadanos ya sea a través de tasas o de impuestos, y en que las motocicletas, mucho menos contaminantes que los coches, no deberían estar obligadas a mostrar la etiqueta. A Sanz Otero tampoco le parece necesaria en zonas rurales.