“En estos dos últimos meses del curso, en un instituto cualquiera de la Comunidad de Madrid con la certificación de bilingüe, como ya lo son el 50,7 % del total, se realizarán hasta cinco pruebas externas diferentes: las de competencia en inglés de 2º de ESO; la reválida o evaluación final de 4º de la ESO; las pruebas Cambridge para 4º de la ESO; las evaluaciones para PISA, mayoritariamente también en 4º de la ESO; y otras que tienen lugar en el centro o a las que se presentan el alumnado por su cuenta”, explican en el documento.

CCOO argumenta que el punto en común de todas las pruebas es que “el profesorado y resto de la comunidad educativa ni participan ni tienen conocimiento previo de las evaluaciones”. Además de someter “al alumnado a un estrés considerable” en lugar de hacer que los estudiantes de centren en “el aprendizaje y evaluación ordinarios”. Esto supone, según indican, el refuerzo del “sinsentido de las pruebas”.

“CCOO denuncia la utilización de las evaluaciones –incluida la pretendida como diagnóstica– como un instrumento de dominio y control de los centros y de legitimación de determinadas políticas educativa, como queda patente en la proliferación de estas pruebas. Esta interpretación de la evaluación la aleja de sus verdaderos fines formativos y diagnósticos”, argumenta CCOO.

El escrito finaliza con la exigencia al Gobierno para que se apliquen medidas “que resuelvan los problemas actuales” y se desarrolle “un modelo de evaluación formativa integral” que “tenga como criterio la evolución de cada estudiante”.