Otras medidas prioritarias que la SEE considera debe contemplar la nueva ley son: promover un ambiente urbano libre de llamadas al consumo de alcohol, con prohibición de anuncios de alcohol en mobiliario urbano o en escaparates visibles desde el exterior; separación física de los lineales de bebidas alcohólicas en tiendas con prohibición de acceso a menores; prohibición de la publicidad, promoción y patrocinio de bebidas alcohólicas en cualquier actividad de ocio deportiva o cultural en la que pudieran asistir menores; subir las tasas y los precios mínimos, y un control estricto de la venta y consumo a menores.

Los epidemiólogos señalan que la nueva norma debería obligar a que la publicidad y el etiquetado de las bebidas alcohólicas informen sobre los efectos nocivos sobre la salud de este producto.

Consideran imprescindible también "la prohibición de las ventas reducidas en horarios específicos en establecimientos de hostelería ('happy hour')", que "fomentan el modelo de consumo de atracón".

"En cualquier evento de ocio o deporte en el que se venda alcohol, se ofrecerá en paralelo y con igual disponibilidad agua de forma gratuita a todos los asistentes", agregan, al tiempo que abogan por "prohibir la venta y el consumo de bebidas alcohólicas en vía pública salvo terrazas o áreas autorizadas y unificar criterios entre las distintas administraciones públicas".

Solicitan, asimismo, revisar la legislación relativa a los puntos de venta de alcohol y aumentar las sanciones a los establecimientos que vendan fuera de los horarios permitidos. En este sentido, abogan por "clausurar cualquier tipo de local o comercio que venda o suministre alcohol a menores de manera reiterada".

Por último, la SEE concluye que "la futura ley debería tener un carácter integral, desarrollando las acciones que deberían priorizarse desde el ámbito familiar, educativo, sanitario y asistencial, así como las líneas de investigación y formación en relación con el problema derivado del consumo de alcohol en los menores".