Según informó este martes ISGlobal, “saber de qué fallecen las personas en los países con escasos recursos es una de las grandes preguntas en salud global”. Para conseguir este objetivo, esta nueva técnica tiene una fiabilidad casi comparable con la autopsia completa.

Esta autopsia mínimamente invasiva (MITS por sus siglas en inglés) consiste en tomar muestras de tejidos de diferentes órganos con la ayuda de agujas finas y analizar dichos tejidos mediante técnicas anatomopatológicas y microbiológicas, lo que permite determinar con una gran precisión las causas de muerte. A diferencia de la autopsia completa, la MITS puede ser realizada por técnicos específicamente formados y en entornos con una infraestructura limitada.

Los investigadores principales de este proyecto, Jaume Ordi, Clara Menendez y Quique Bassat, afirmaron que “la autopsia mínimamente invasiva puede cambiar de forma radical nuestro conocimiento sobre las causas de muerte y, por tanto, cambiar nuestras prioridades en salud global”.