Reforma electoral

Rivera plantea que los nacionalistas no lleguen al Congreso sin un 3% de voto estatal

Madrid Málaga
SERVIMEDIA

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, propuso este sábado una reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) que deje fuera del Congreso de los Diputados a las candidaturas que no superen la barrera del 3% en el conjunto de España, lo que dejaría fuera a las formaciones nacionalistas que superan ese porcentaje en las circunscripciones en las que se presentan, pero no en el cómputo general.

Lo dijo durante su intervención en un acto de la plataforma 'España Ciudadana' celebrado en Málaga, al defender una reforma de la Constitución pero no para contentar a quienes quieren "liquidar" España, sino para reforzar la unión y la igualdad de todos los españoles y la defensa del interés general.

Abogó, en ese sentido, por aprovechar esa reforma para impulsar una legislación electoral "justa" con la que los votos de los españoles valgan "igual" vivan donde vivan, y el destino de España no esté "en manos del 0,5%" de los votantes, cuyos representantes "deciden" quién gobierna o arrancan "privilegios" fiscales para sus territorios.

Defendió por ello una legislación con "listas abiertas", en la que los votos valgan igual y con la que haya que superar el 3% del voto "nacional" para poder estar en el Congreso de los Diputados. La sanidad o la educacion de todos los españoles, insistió, no pueden estar "en manos de quienes quieren liquidar España". "Quien quiera estar en el Congreso", afirmó, "que saque votos suficientes y piense en todos los españoles".

"RENIEGAN DE SUS ORÍGENES"

Actualmente, esa barrera del 3% se refiere a la circunscrición en la que se presenta la formación de forma que en las elecciones generales el cómputo general solo se aplica a las formaciones que concurren en todas las provincias, mientras que para las formaciones que solo lo hacen en una comunidad autónoma, como es el caso de los nacionalistas, el cómputo se hace a partir de los votos en las provincias que forman esa comunidad.

En Málaga, la tierra de sus abuelos y de su madre, Rivera pidió a los españoles que desconfíen "de quienes reniegan de sus orígenes" y que miren al pasado para aprender pero no para dividir, y cargó directamente contra el Gobierno por haber llegado a La Moncloa "por la puerta de atrás" y sin permitir unas elecciones generales que eran, en su opinión, la clave para recuperar la confianza del país. "¿Por qué le tienen miedo al pueblo español", preguntó a los dirigentes del PSOE.

Cargó a continuación contra la negativa del Gobierno a renovar la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, convencido de que la mayoría de los españoles no está de acuerdo con el levantamiento. "¿Eso dónde lo hemos votado?", llegó a decir en un momento determinado, a pesar de que la autorización aprobada en el Senado establecía el levantamiento automático una vez que hubiera nuevo gobierno en la Generalitat.

Rivera recuperó las reflexiones de otros dirigentes europeos para alertar de que el nacionalismo puede ser "la hoguera" en la que perezca la Unión Europea, y parafraseó al expresidente de Francia Charles De Gaulle para diferenciar el patriotismo, "querer lo mejor para tu país", del nacionalismo, que es "odiar todo lo demás". "Por eso nosotros somos patriotas y no somos nacionalistas", sentenció.

"IGUALES ANTE LA LEY"

Como ejemplo de nacionalismo puso las tesis del presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, para quien "los españoles somos bestias con taras genéticas", al tiempo que como ejemplo de patriotismo puso la creencia "de que todos los españoles somos iguales ante la ley", también los presidentes autonómicos.

En el acto intervino también el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, que apeló a la convicción de que "el futuro de España puede cambiar para mejor". Relató que conoció España al hacer un curso en la Universidad Complutense de Madrid, cuando España era "un país del tercer mundo", con una dictadura, una sociedad pobre, con grandes desigualdades y que "exportaba miles y miles" de españoles para trabajar en otros países. "En muy pocos años", prosiguió, se convirtió en una democracia funcional, un país próspero "en la vanguardia de los más dinámicos y modernos del mundo".

Se preguntó por ello "cómo se puede ser pesimista en España" después de haber protagonizado una transición a la democracia "que llenó de asombro y de admiración al mundo entero" y aseguró que España "no tiene derecho" a no creer en su propio futuro. "La unidad española, forjada a lo largo de tantas aventuras y tantos cientos de años, no la van a romper los grupos independentistas que quisieran destruir lo que ha sido forjado con el esfuerzo de tantos españoles y esoañolas a lo largo de los siglos", aseguró.

"Pocos países han contribuido tanto a ensanchar el mundo, a enriquecer las culturas del mundo como España", concluyó Vargas Llosa, llamando por ello al optimismo y a luchar por un futuro forjado sobre "la unión, la democracia y la libertad".

En el acto intervino también el empresario Kike Sarasola, que junto a su marido Carlos defendió la regulación de la maternidad subrogada, a la que ellos recurrieron para poder formar una familia con sus dos hijos. También Elvira Roca, autora de 'Imperiofobia y leyenda negra'; la magistrada María José Torres, que defendió la independencia de los jueces y reclamó un pacto de Estado por la Justicia; el entrenador y exseleccionador nacional de baloncesto Javier Imbroda.

(SERVIMEDIA)
16 Jun 2018
CLC/nbc