Según datos provisionales de la Dirección General de Tráfico (DGT), contabilizados a un máximo de 24 horas de los accidentes en vías interurbanas y recogidos por Servimedia, en lo que va de año se han producido 461 accidentes mortales (13 menos que en 2017), en los que han perdido la vida 514 personas (16 menos). El pasado viernes, segundo día del verano, se rebasó la cifra de las 500 víctimas mortales.

Por comunidades autónomas, la mortalidad ha crecido en Cataluña (+24), Comunidad Valenciana (+18), Navarra (+8), Cantabria (+6), Asturias (+3) y Aragón (+1), mientras que ha descendido en la Comunidad de Madrid (-16), Andalucía (-13), Castilla-La Mancha (-12), Extremadura (-10), Castilla y León y La Rioja (-8), Canaria (-3), País Vasco (-2) y Baleares, Galicia, Murcia y Ceuta y Melilla (-1).

Este año comenzó con 90 muertos en las carreteras en enero (16 más que en 2017), lo que supuso el cuarto mejor enero desde 1970, sólo por detrás de los de 2014 (61), 2013 (80) y 2015 (88). Después se produjo un trimestre de descenso continuado.

Así, febrero acabó con 83 fallecidos (cinco menos), con lo que fue el tercer febrero con menos víctimas mortales desde 1970, sólo mejorado por los de 2014 (69) y 2015 (79), y el primer mes con caída de la siniestralidad desde el pasado verano.

Marzo terminó con 82 fallecidos (ocho menos), lo que significa la tercera cifra histórica más baja tras los de 2013 (69) y 2015 (80). Abril finalizó con 75 fallecidos, que es el dato más bajo desde 1970, y mayo con 94, el segundo más alto desde 2012.

Así pues, la siniestralidad en las carreteras españolas volvió a aumentar en mayo después de un trimestre de descenso, ya que el mes pasado acabó con 94 fallecidos, 10 más que en hace un año. Ese repunte se produjo después de que la cifra de mortalidad entre enero y abril se acercara a mínimos históricos. En los 24 primeros días de junio murieron 90 personas en las carreteras, lo que supone 14 menos que en ese mismo periodo del año pasado.