Así lo manifestó Pérez Bueno en una entrevista concedida al programa ‘Artesfera’ de Radio Exterior de España, donde lamentó que se haya incumplido el mandato legal que España se dio en 2003 para que todos los entornos, bienes y servicios de interés fueran plenamente accesibles antes del 4 de diciembre de 2017.

“Es verdad que hemos vivido una crisis económica, pero antes de ella España vivía su mejor momento, y los temas sobre discapacidad seguían apartados”, declaró el presidente del Cermi, recordando además que las barreras no son solo arquitectónicas, sino también sensoriales y cognitivas.

En esta línea, criticó la “escasa conciencia” que existe sobre lo importante que es la accesibilidad, porque “hay una discriminación insidiosa, oculta y silenciosa” con las personas con discapacidad, que por la existencia de barreras ven como se les impide el paso a un determinado lugar, algo que a su juicio, cuando sucede con otro grupo social, genera una mayor alarma.

De esta forma, el responsable del Cermi insistió en la relevancia de la accesibilidad universal para que las personas con discapacidad gocen de una verdadera igualdad de oportunidades. “En líneas generales, las personas con discapacidad estamos un tercio por debajo del estándar medio de acceso a los derechos humanos que el resto de la ciudadanía en España”, denunció.

En su opinión, esta discriminación se ejemplifica en cuestiones como la del derecho de sufragio, pues todavía hay 100.000 personas que han sido privadas de poder votar al ser incapacitadas legalmente por razón de discapacidad intelectual, psicosocial o deterioro cognitivo.

Asimismo, se detuvo también en las dificultades de acceso al mercado laboral de las personas con discapacidad, cuya tasa de actividad es 40 puntos porcentuales inferior a la de quienes no tienen una discapacidad. “De hecho, se puede decir que solo una de cada cuatro personas con discapacidad trabaja”, agregó.

MUJERES CON DISCAPACIDAD

En este punto, el presidente del Cermi puso el acento en la discriminación múltiple que sufren las mujeres y niñas con discapacidad, “que pese a suponer el 60% de la población con discapacidad en España, están sistemáticamente peor que los hombres con discapacidad, que ya de por sí están por debajo de los niveles de inclusión que el resto de la población”.

Así, subrayó que están más expuestas a la violencia machista y que todavía sufren prácticas como las esterilizaciones forzadas “porque se entiende que no van a saber cuidar de sus hijos e hijas, y se las interviene quirúrgicamente”.

Por ello, reclamó que se forme a las mujeres y niñas con discapacidad para que sepan detectar las situaciones de violencia y que se mejore la cualificación profesional de quienes trabajan con las víctimas que deciden pedir ayuda y presentar una denuncia.

En todo caso, celebró que por primera vez haya una secretaria de Estado de Servicios Sociales con discapacidad, en este caso Pilar Díaz, lo que en su opinión contribuye a visibilizar y empoderar a las mujeres con discapacidad.

Por último, en cuestiones relacionadas con la actualidad más inmediata, Pérez Bueno aplaudió que el ‘txupinazo’ en Sanfermines haya sido lanzado este año por un grupo de personas con síndrome de Down y que además, en Madrid, el Cermi y la Fundación Cermi Mujeres, junto a un nutrido grupo de personas con discapacidad, hayan participado nuevamente en la marcha del Orgullo LGTBI.

De este modo, se contribuye a visibilizar a las personas con discapacidad LGTBI, “que se enfrentan a un armario de doble puerta”, según Pérez Bueno.