Así se traduce del seguimiento que ha hecho durante los últimos dos meses de la demanda de asesoramiento por parte de los ciudadanos madrileños y que también ha permitido a la organización determinar que en más de la mitad de los casos quienes comienzan en actividades de voluntariado en verano suelen posteriormente seguir su colaboración en la ONG elegida, con la que establecen una relación “a medio y largo plazo”.

A este respecto, la plataforma ha hecho referencia al último estudio de oluntariado del Observatorio, según el cual en torno al 53% de las personas voluntarias mantienen su vínculo por un periodo de tiempo de entre uno y cinco años. Entre las motivaciones para prolongar esa vinculación, Fevocam menciona la solidaridad, el buen ambiente y el trabajo en equipo así como las relativas a la relación con los destinatarios de sus acciones.

Según la plataforma, cada vez más personas se interesan por involucrarse en un proyecto solidario en época estival, siendo el vínculo que mantienen con los beneficiarios de estos proyectos así como con la ONG y la oportunidad de “sentirse parte de la mejora social” lo que les hace continuar.

Por otro lado, Fevocam también admite que cada vez son más las ONG que cuentan con programas específicos de voluntariado que se implementan en verano, entre las que destaca las que trabajan con menores y personas con discapacidad, así como con personas mayores o las que impulsan el voluntariado internacional y la cooperación.

Para la plataforma, cualquier motivación es “el primer paso para, desde la libertad, gratuidad y la solidaridad, acercarse a una ONG y acompañar a personas en situación de vulnerabilidad social”. “Tras este primer paso se inicia un camino de desarrollo personal y social en el que las personas voluntarias se sienten parte de una ciudadanía activa y comprometida con la trasformación de la sociedad”, resuelve.